miércoles, 1 de marzo de 2017

TRUFAS DE CHOCOLATE Y CARAMELO DE MANTEQUILLA SALADA



Creo que nací con un paladar apropiado para el chocolate y me dí cuenta desde niña.
Nunca os he contado que no me gustaba veranear en casa de mis abuelos, a parte de porque me sentía muy sola y porque eran unos abuelos muy estrictos, no comía prácticamente nada cuando estaba allí. No tenían nevera, y no penséis que es que hace miles de años, una televisión en blanco y negro que nunca ponían y no me dejaban ver y ni un solo juguete. La leche se la compraban directamente al lechero, era de cabra, con un "potente" olor y sabor a chivo y que hervían a conciencia con la consiguiente nata que yo odiaba.




Yo era (soy) muy mala comedora,  y prácticamente me alimentaba de leche, frutas, yogures y chocolate. La leche de cabra hervida y caliente me desagradaba, a mi me gustaba la de tetrabrik, bien fría (y más que era verano), y con colacao. Allí imposible, los yogures igual, a no haber nevera, no compraban nunca y ya ni os cuento con el chocolate, imposible en verano sin nevera en agosto y con 40º C a la sombra.
Así que un día que me dieron dinero y me dejaron salir sola (aunque no sé porqué me dieron dinero, pues no había ni un solo quiosco cerca de donde mis abuelos vivían, vamos ni sé si lo había más lejos). Y es que ellos vivían un poco alejados del pueblo, pero aún así caminé y caminé hasta que encontré una tienda, también un poco apartada y fui a comprar chocolate. No reconocí la marca, ni el envoltorio ni la tableta, pero sólo deseaba comer y comer chocolate hasta que mi cuerpo dijera basta, ¡¡pero qué chasco me llevé cuando me introduje una onza de chocolate a la boca!! Ya no comí más.


¡¡Era sucedáneo!! Pero, ¿podía existir eso? ¿Qué era sucedáneo? Nada más llegar a casa de mis abuelos le pregunté a mi madre: "es una imitación parecida, pero con menos calidad". ¡¡Y tanto!! ¡¡estaba malísimo!!
Pues si, a mis seis años descubrí qué era el sucedáneo y de ahí, cada vez que tomo algo con chocolate, enseguida adivino si el chocolate es de buena o mala calidad. Así que os aconsejo que para hacer estas trufas uséis un chocolate de buena calidad y os aseguro que subiréis al cielo con ella.

Hoy, he utilizado la receta de Caramelo de Mantequilla Salada de mi amiga bloguera Marina, del blog Recetas ParisFinas, para hacer esta receta que está riquísima. He utilizado la mitad de sus ingredientes, lo justo para esta receta y he cambiado un poco el orden de los ingredientes, pero por lo demás, es su receta. 



INGREDIENTES: 30 trufas  PREPARACIÓN: 40 min  COCCIÓN: 15 min  REPOSO: 8 horas

Para el caramelo de mantequilla salada:
-75 gr de azúcar
-50 gr de mantequilla salada
-35 ml de nata
-una pizca de sal (sal rosa del Himalaya en mi caso, o de escamas de sal, flor de sal...etc)
Para las trufas:
-200 gr de chocolate negro de buena calidad (el mío chocolate Negro de Valor)
-150 gr de mantequilla salada
-2 yemas de huevo
-150 gr de chocolate de cobertura de buena calidad (el mío chocolate para postres de Nestlé)
-cacao en polvo puro de Valor

1. Primero haremos el caramelo de mantequilla salada: Poner la nata en un vaso apto para el microondas y calentarla sin necesidad de que llegue a hervir. Reservar.



2. Poner en un cazo el azúcar y hacer un caramelo rubio con él. Para ello lo pondremos a fuego suave y sin tocar, dejaremos que el azúcar se vaya caramelizando. Cuando ya quede poco para que todo se caramelice, lo podemos remover con una cuchara.



3. Cuando el caramelo esté hecho, apagar el fuego y añadir la mantequilla cortada en trozos removiendo constantemente.



4. Incorporar la nata y seguir removiendo hasta conseguir un crema lisa.



5. Añadir la sal deseada, mezclar y reservar.




6. Para las trufas: Trocear el chocolate negro y la mantequilla y derretir a baja potencia en el microondas, sacando de vez en cuando y removiendo hasta que tengamos una crema lisa. 


7. Poner las dos yemas de huevo en un bol e ir añadiendo poco a poco el chocolate caliente mientras vamos removiendo con unas varillas. 



8. Añadir el caramelo de mantequilla salada a cucharadas concéntricas para que el caramelo quede repartido. Después, remover un poco, no en exceso, para tener un efecto marmolado.



9. Tapar con papel film transparente y dejar reposar en la nevera de 4 a 6 horas.



10.  Sacar la crema de la nevera y con una cucharilla ir haciendo unas bolas más grandes que una avellana pero más pequeña que una nuez. Darle forma con otra cucharilla o con las manos, como mejor se os de. 



11. Forrar una bandeja con papel de horno para poner las trufas una vez terminadas.  Derretir el chocolate de cobertura en el microondas. Bañar cada trufa en él procurando dejar una capa fina de chocolate y depositar en la bandeja con papel de horno. Dejar secar durante una hora en la nevera o hasta que el chocolate se ponga duro.


12. Espolvorear con cacao en polvo. Guardar en la nevera hasta el momento de su consumo.



NOTA: si no tenéis mantequilla salada, incorporar un extra de sal al gusto.





46 comentarios:

  1. Es cierto que antes existía ese chocolate malísimo que llamaban sucedáneo, debe ser que no le gustaba a nadie porque no lo he vuelto a ver después. En los pueblos, y yo soy de uno, no había casi de nada, ni siquiera dinero, por eso inventaban estas cosas baratas para dar el pego, pero ni aún así. Por supuesto nada que ver con esta maravilla de trufas caseras que están para comerse unas cuantas de una sentada, aunque pilles un empacho del quince y te acuerdes de ellas durante una temporada. Ojalá pudiera comer todas las que quisiera porque me encantan. Una verdadera delicia.
    Un beso.

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    1. ¡¡Hola Lola!! Es cierto que el pueblo de mis abuelos estaba un poco anclado en el pasado, hoy en día no tiene nada que ver a aquella época, pero yo que vivía también en un pueblo, no había visto en mi vida un sucedáneo, no había mucha variedad de chocolates,pero eran de verdad, recuerdo que el de pequeña era la campana de Elgorriaga, pero era y sabía a chocolate. Poco después ya trajeron también el de Nestlé y vamos, nada que ver con ese horrible sabor del sucedáneo, ja, ja.

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  2. ¡Oh, Isabel! Qué mal rollo me dejas, imagino lo mal que lo pasarías cuando chica en casa de tus abuelos, yo sin embargo tengo unos dulce recuerdos de mi abuela materna, ella vivía en otro pueblo, y mi madre nos llevaba a pasar todos los domingos el día con ella, y mis primos que vivían en la misma casa, solo recuerdo lo bien que cocinaba y eso que estaba bien malita, aunque eran los años 70 y entonces teníamos otras ilusiones, la tele ni la veíamos solo queríamos saltary correr entre los olivos, y la hora de la merienda siempre era pan con chocolate 🍫 de La Campana, que nos sabía a gloria, con esos Bollos de pan de leña, recién horneado. Y que ahora cuarenta años después, yo sigo comprando porque (¡quién me lo iba a decir a mi!) al final me vine a vivir al mismo pueblo, y muy cerca de la casa de mi abuela, que ahora es de mi tío, y aunque ha cambiado bastante, aún sigue teniendo ese encanto que me tanto añoro.
    Es una lástima, no tener buenos recuerdos de la infancia, y si te sentías frustrada más todavía, menos mal que los años pasan, y para bien tú has sabido sacarle lo mejor, que es tu buen ojo chocolatero, jajajaja...
    Estos bombones me los comería por partida doble, por ti, que no me cabe duda que los haces extraordinarios, y por el aporte del caramelo de Marina, ella sí que sabe lo que nos gusta, jejeje...
    Isabel, creo que ya te habrás resarcido con creces de tus ganas de comer lo que te gusta cuando quieras, pero ¡vamos! Que seguro aún te quedan ganas y más de seguir atracándo la caja de bombones, porque un trauma así no se olvida fácilmente, Jajajaja...
    Besitos de chocolate que son los que más te gustan.

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    1. ¡¡Hola Concha!! Bueno, siento haberte trasmitido mal rollo, ja, ja, porque te aseguro que la receta merece todo lo contrario, ¡¡están riquísimas!! Pero si, lo cierto es que mis abuelos eran muy severos y no había ni un sólo niño de mi edad en toda la calle, y un niño, debe estar con niños, y así me daría igual que no hubiera televisión o incluso la comida, pero cuando no hay nada más, el verano puede llegar a ser tedioso. Pero en fin, cosas que pasan, y mira, mi paladar chocolatero se agudizó, y ahí fue también donde empezaron a gustarme mucho los higos, ja, ja, así que no hay mal que por bien no venga.
      Por cierto, el caramelo de mantequilla salada de Marina está divino, tenía que haber hecho la receta entera y así haberme comido el sobrante a cucharadas, ja, ja. Acepto tus besos de chocolate. Besitos.

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    3. Lo digo, no por tus bombones, que son para marcarse un taconeo, jajaja...😘

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  3. Hola Isabel ! con lo que mola malcriar a los nietos¡ yo creo que el sucedaneo que dices era uno que mi hermano y yo llamábamos de tierra ,!que cosa mas mala por favor¡ no a si esas trufas que nos traes con ese caramelo que seguro es una delicia
    besitos

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    1. Ja, ja, pues muy buen puesto el nombre, pues creo que hasta la tierra estaba más buena que el sucedáneo de chocolate. Besitos.

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  4. Hola guapa!!! Vaya historia que nos traes hoy... y encima, verídica!!!! Qué pena, la verdad que yo tampoco hubiera querido ir a un lugar así... cuando somos niños lo que más nos gusta es jugar, saltar, correr, reír, charlar con los amigos y sobretodo: el chocolate!!!! jajajaja!!! A mi de chica me perdía el chocolate, y fíjte que ahora, de mayor me sigue gustando, pero ya no tanto... será la edad... jajaja!!

    Qué pena, te imaginaba caminando solita por un camino polvoriento, en medio de la nada, y con tu idea fija de gastarte el dinerillo que te habían dado en ese rico y apetecible chocolate; pero que chasco te llevarías al descubrir, sin vuelta a tras el "maldito" sucedáneo... Es que vaya tela, la industria alimentaria contemporánea cómo no quiero engañar con imitaciones a bajo costo y sin gusto, ¿verdad?

    Menos mal que hoy en día, estamos nosotras la blogueras para solucionar eso... y mostrar cada semana en nuestros blogs, cocina casera, auténtica y de calidad, ¿a que´si? Vaya bombonazos que te has marcado, Isabel, esta semana... te juro que me tienes salivando, pues no sabes lo que daría por llevarme unos de ellos a la boca en este instante. Me ha encantado la receta, y no me extraña por la gran inspiración que has tenido con Marina...

    Ah, no quiero irme esta tarde sin hacer alusión a tu espectacular pizza de la semana pasada... era preciosa, y la inspiración para la masa ya sé que fue de buena mesa... así que triunfo total. Besos linda y que tengas una semana llena de increíbles aventuras...

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    1. ¡¡Hola Pilar!! Pues has acertado bastante en mi imagen caminando sola en busca del tan ansiado chocolate, ja, ja, salvo que el camino estaba asfaltado pues era una carretera, pero por lo demás, es lo que te has imaginado. La verdad es que es entendible mi frustración, nadie quiere pasar un mes de agosto, sola, sin amigos y sin juguetes, pero claro como era pequeña, pues mis padres no me podían dejar sola, pues al principio mis hermanos nos acompañaban, pero como eran más mayores que yo, pues al final me llevaban a mi sola. En fin, ya ha quedado como un recuerdo. Besitos y gracias por todo.

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  5. Hola Isabel, vaya historia nos has contado, los abuelos de antes no eran como lo son ahora, yo recuerdo que tampoco me gustaba mucho quedarme con mis abuelos, la verdad, pues eso en los pueblos había muy poco de todo y los abuelos aún tenían menos, ahora son más consentidores, jeje y hay muchas golosinas y dulces para comer, yo me acuerdo del chocolate de bolo, que le decíamos en San Antonio, era terroso y a mi no me gustaba mucho tampoco, ahora el de nestlé sí, jejeje. Bueno tus trufas son una pasada, y eso que yo no soy muy chocolatera, pero de buena gana me comería una o dos, seguro vamos, tienen una pinta riquísima y si encima están hechas con ingredientes de calidad, tienen que ser la gloria!! además las fotos son preciosas. Muchos besos!!!

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  6. ¡Hola Isabel! A mí me pasaba lo mismo con las visitas a casa de mis abuelos. Menos mal que no íbamos el verano entero, sólo algunos domingos, que recuerdo de lo más aburridos de mi vida y a los que temía mucho por la hora de la comida ya que ni el arroz con pollo campero que hacía mi abuela me gustaba (y que me costó un gran trauma que hasta hace seis años he sido incapaz de volver a probar el arroz y a día de hoy no lo quiero ni oler si está hecho con carne)ni el pan sabía como en casa de mis padres ni había nada que hacer. Con el paso de los años compraron una televisión que mi abuelo no nos dejaba ni tocar, y no tenían ni un triste sofá, sólo sillas... ¡qué horror!

    En fin, como bien dices, son cosas del pasado, aunque hayan marcado a fuego nuestro presente ¿verdad?

    Lo bueno es que a día de hoy podemos disfrutar de estas maravillosas trufas y apreciar la calidad de sus ingredientes. En estas recetas un buen chocolate es fundamental ¡me la guardo a conciencia! me ha encantado con ese toque de caramelo de mantequilla salada ¡soy mujer de contrastes!

    ¡Besos mil!

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    1. Puntializo. Las visitas a la casa de mis abuelos paternos. Que ir a la casa de mis abuelos maternos me encantaba ¡eran todo lo contrario!

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  7. Qie historia Isa! Y que recuerdos me has traído. En mi caso fue una experiencia parecida pero maravillosa. Cuando era pequeña fuimos de vacaciones a un pequeño pueblo de Granada, a ver a familia de mi abuela y la casa como tu describes: apartada, sin nevera... pero allí encontré la leche de vaca recién ordeñada, la nata casera para montar, las moras que comíamos a bocados de la mata en el huerto de mis titos... y un montones de olores y colores en la naturaleza que nunca olvidaré. De las trufas casi no opino... chocolate negro Valor (mi favorito) cobertura de Nestle y el caramelo salado que me encanta, vamos que me ponía a hacer trufas ahora mismo!!para mi: un bocado de dioses!! Un besote!

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  8. Isabel ainsss qué recuerdos más bonitos de nuestra infancia ¿verdad? estas trufas tienen que estar riquísimas con ese toque de caramelo...ummmm las imagenes lo dicen todo...ahora mismo iba y te cogía un par de ellas...bsts guapa y feliz día :-)

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  9. Con el chocolate no se juega, siempre debe ser de buena calidad.
    No recuerdo mucho el sucedáneo, tampoco era muy 'chocolatera' de pequeña, cosa que ahora no perdono. A diario tomo mi onza de chocolate acompañada con una infusión después de comer.
    ¡Qué te voy a decir yo de mis queridísimos abuelos!, si me crié con ellos, todo amor y cariños hacia mi. Me sabe mal que guardes tan malos recuerdos de los tuyos. Pero bueno todos tenemos lo nuestro.
    Sin embargo, tu relato lo has endulzado con unas riquísimas trufas de caramelo que con solo verlas me pongo a salivar. ¡Qué ricas debieron quedar!, y con ese puntito salado. Son fáciles de hacer y por supuesto que lo tendré en cuenta.
    Casualmente llevo toda la tarde buscando recetas de bombones en mis libros de cocina. El sábado tenemos calçotada y seguramente haré unos bombones que hizo mi amiga Claudia buenísimos. Estos los guardo para otra ocasión. Me ha encantado tu receta.
    Un besito guapísima.

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  10. Vaya ya vei que no era muy divertido estar en casa de tus abuelos y para un dia que tienes la oportunidad de comer chocolate te dan sucedáneo que mala suerte o no a lo mejor sirvió para diferenciar de un buen o mal chocolate, de todo se aprende!!
    Yo no he comido nunca ese sucedáneo siempre he tenido la suerte de comer chocolate, chocolate de los que había antes recuerdo mucho el del gorriaga y el de nestle.
    Tienen que estar tremendas estas trufas y con ese toque salado aún más, Si es de Marina está parte de la receta seguro que sale perfecta, la francesita mia sabe mucho ❤.
    Sabes yo no lo haría con una cuchara pequeña las haría más grandes para que tenga más jejeje.
    Me encanta estas trufas .
    Un besazo guapa

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  11. Algo quiero recordar de chocolates malos, malísimos, que se hacían a harina en la boca y sabían a no se qué, menos a chocolate. Siento que pasaras por esas calamidades, por decir algo, lo que me alegra es que ahora te desquites a base de bien, jajaja, te voy entendiendo. Supongo que todas esas trufas no cayeron en saco roto. Se ven divinas, así que no te cortes, yo no me cortaría. Gracias por todo preciosa. Besitos.

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  12. Te han quedado maravillosas estas trufas Isabel. Voy a lo que nos cuentas, me acuerdo perfectamente del chocolate sucedáneo era horroroso, que mal sabía madre de dios, a mi no me gustaba nada jaja,y tus abuelos eran como los míos que te crees tu, que eras tu solita así en el mundo?? para nada, ya ves yo era una más, si yo te contara, y crees que podíamos comer aquel chocolate que quisiéramos, para nada, me daban un trocito y no más jeje, menos mal que aquello paso a la historia hija, hoy me encanta el choco y del que sabe a chocolate, me vuelve loca, que tiempos aquellos Isabel, y quiosco ni soñarlo una tienda en el pueblo que estaba en el fin del mundo. Tus trufas son de chocolate del bueno y estas me las comería a puñados guapa....Bess

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  13. Hola, bueno bueno, vaya veranitos!! En fin , ya pasaron y quizás por eso descubriste lo que es el buen chocolate y tu gusto por él. Así aprendiste desde bien niña lo que era bueno y el "sucedáneo". Yo no soy de trufa, pero estoy segura que no he probado las buenas, como las tuyas , con buen chocolate y hechas por ti, no tienen precio ni comparación a cualquier otras que haya tenido cerca, estoy completamnete segura.
    un beso preciosa!!

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  14. Hola guapísima !!!
    La descripción de tus veranos en casa de los abuelos, más que un premio de fin de curso era un castigo en toda regla. Es que te iba viendo, así tan rubita en medio de la casa sin juguetes, en la calle sin niños cerca para jugar y el aburrimiento debía ser soberano. Encima te dirían que esta niña no se divierte con nada jaja Vamos, que si vas a la feria, la casa del terror te debe dar hasta risa. Y perdón, porque eran tus abuelos.
    En fin, después de ese camino tan largo para comprarte un chocolate y descubrir la birria que te comiste y lo que era,creo que activó tus genes chocolateros. Algo bueno sacaste de todo aquello mi querida Isabel, y nosotras ganamos una gran receta, porque estas trufas distan mucho de las que hago y me han dejado babeando a base de bien.
    A mi abuela materna no la conocí, pero la paterna era bastante siesa y cuando llegaba algún fin de semana, no queríamos pensar en pasarlo en su casa jaja. Era también estricta, llena de normas con el orden y la limpieza y eso aburre a cualquiera, sobre todo si eres niño y quieres jugar, no te preocupas de si se araña el parquet.
    Me llevo el buen sabor de tus trufas, entre la receta de Marina, y tus manitas, has sacado una receta gloriosa.

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    1. Besotes mi niña . . . que le di al dedito antes de despedirme en condiciones :)

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  15. Oooh!!! No sé si llorar o saltar de alegría jeje! Solo de imaginarte ahí con tus abuelos los tiranos se me parte el alma, Luca tiene 6 años (casi 7!), la edad que tenías entonces y imaginarmelo en una situación similar me da mucha pena! Antes es que eran de otra casta, vaya salvajes y ni se ablandaban con ver a una niña dulce como tu siquiera... Menos mal que eran otros tiempo pero en fin, lo has sufrido y me apena 😞 Mis abuelos no eran como los tuyos pero tampoco como los de Luca, con los años las cosas van mejorando menos mal jeje!
    Bueno Isabelita, me alegro muchísimo que una vez más hayas confiado en una de mis recetas 😍 No te puedes imaginar la ilusión que me hace! Eres muy grande y tienes un corazón igual de bueno que tu paladar para distinguir el choco bueno del malo jajaja!! Qué es esto de sucedáneo?? Yo no lo conocía y menos mal que nunca me encontré este tipo de choco porque me hubiera cabreado bastante! Me imagino la impotencia que pudiste sentir aquel día, después de tanto tiempo sin probar cacho y vas y te venden garrafon de choco! Ay mi niña!! De mayor "tu as pris ta revanche" 👏👏 Estas trufas son maravillosas, la combinación Choco-Caramelo es una de mis preferidas para los postres, queda absolutamente divino! Menuda pinta tienen, yo no podría parar de comerlas. Has sabido sacarles valor con tus fotos, han quedado preciosas! Muchas gracias por todo ma belle Isabel, todos los días agradezco que blogger te haya puesto en mi camino de bloguera jeje 💗💗💗 Un abrazo muy fuerte y un montón de besos! Me llevo la caja (y las trufas que van dentro también 😉) 😘😘😘

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  16. Isabel, qué pena que tengas esos recuerdos de tus abuelos paternos, yo los adoraba y siempre quería estar con ellos. Mi abuelo me contaba historias increíbles, él era juez de menores y me contaba historias de esos chicos, (muy dulcificadas, claro) y mi abuela de la otra rama era directora de un colegio y más estricta, pero siempre tenía algún dulce y montones de frutos secos que era lo que me daba cuando iba a su casa. De ella me viene mi amor a la cocina. Sigo haciendo muchas de sus recetas italianas. Bueno, estás trufas sin una gozada. El domingo tengo que llevar alguna cosa a una fiesta y sería un buen dulce para llevar, además de una empanada gallega como salado. Una receta rica, rica, aunque de Marina en principio la copiaremos muchos. Muchos besos

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  17. Hola Isabel, tu cuento me hizo recordar a una tía que vivía muy cerquita de nuestra casa, pero que era muy estricta también, vivía sola y no tenía Tv (pero si nevera!!), se iba a dormir a las 7 de la noche, no importaba si tenía familia visitando, todos tenían que irse a dormir a esa hora también, jaja!!
    Yo no pude disfrutar de los abuelos, tres de ellos murieron antes de yo nacer y el otro, murió cuando yo tenía 8 años, así que esa parte de la vida de los niños, el compartir ese cariño tan especial con los abuelos me lo perdí.
    Tus trufas están muy ricas, ya viste las que hice en navidad, me pareció un rollazo hacerle forma, intenté con las cucharillas, pero no se formaban tan redonditas, luego con la mano, era un embarre, jaja. Así que opté por hacerlas con la cucharilla y las metí de nuevo al refrigerador, luego estando bien frías, las rodé en la palma de la mano para hacerlas redondas y quedaron muy bien así!
    Me llevo unas cuentas si me dejas, Besos!!

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  18. Ya veo que a ti nadie te engañaba aún siendo bien pequeña, una no puede estar acostumbrada a las cosas buenas pues enseguida te has dado cuenta que te habían alterado el sabor del chocolate.
    Yo no era mucho de chocolates, he de confesar que nunca he sido muy golosa, pero ahora, con los años ¡qué peligro tengo! he descubierto que me encanta el chocolate.
    Por esta razón, al ver esas trufas que mismo parecen bombones de la mejor confitería, me digo que tengo que hacerlas para darme el capricho de saborear alguna, no sé si podré resistir la tentación de darme un atracón.
    Te han quedado perfectas.
    Cariños en un fuerte abrazo.
    kasioles

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  19. menuda historia Isabel¡¡ ,me dejas con la boca abierta¡¡.
    El resultado de estas trufas también me deja con la boca abierta y con unas ganas locas de hacerlas, una receta como todos las tuyas impresionante.
    besos crisylaura

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  20. Estupendas fotos.
    Yo no soy nada de cacaos.
    Del chocolate es importante saber de que manera llega nuestra casa y que detrás de él no haya ningún tipo de explotación infantil, daño al medio ambiente, desigualdad de género... el comercio justo de verdad ofrece un cacao de calidad a un precio pagado justamente en los países que lo cultivan.
    Un saludito

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  21. Ohhh! Que buenas y apetecibles te han quedado estas trufas. Es muy cierto lo que nos aconsejas en tu Blog, el chocolate siempre de buena calidad, así te aseguras un bombon extraordinario. A veces lo compro en la tienda donde hago los cursos de cocina, tiene chocolates de diversos países, y están buenísimos. La foto me ha encantado, una composición preciosa. Besos.

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  22. Hola Isabel. Me ha llamado la atención tu historia de cuando eras pequeña. Tus abuelos debían ser un tanto austeros pero ¡leñe! con su nieta debían haber cambiado al menos mientras estuvieras con ellos. Yo soy más mayor que tú jj pero te digo que el recuerdo que guardo de mis abuelos es todo lo contrario al tuyo y eso que la vida era totalmente distinta. Para que te hagas una idea en el pueblo donde vivían y donde pasábamos el verano y la navidad no había agua en las casas ni luz, teníamos que ir a la fuente a cogerla, menos mal que solo era cruzar la calle jj, para alumbrarnos teníamos los candiles y los carburos, seguro que ni te suena jj y allí nos tenías a la luz de un candil o a la de un carburo cenando en familia y pasándolo en grande jj. Mi abuela paterna tenía horno y ya ves no me dio la vena por amasar jj y ahora me arrepiento. También recuerdo de otra familia que eran de Archidona en Málaga que cuando iban a pasar unos días traían una especie de chocolate que estaba hecho con algarrobas, supongo que sería con harina y que a mí me encantaba, tanto que estaba deseando que trajeran para ir a pedir jj. Eran otros tiempos. Tú al menos tenías tele aunque no la vieras jj nosotros ni eso pero lo pasábamos en grande.
    Y ahora lo volvería a pasar si tuviera delante o recibiera como antaño estas trufas. Te iba a hacer la ola y estaría esperando, como hacía antes, que llegaras para pedirte, supongo que alguna me darías no?
    Con ese caramelo estas trufas tienen que ser una tentación. Sabes que estamos en Cuaresma y que hay que hacer algún que otro sacrificio jj pero tú nos lo pones muy crudo con estas trufas. Son una tentación irresistible y caería muy gustosamente en ella aunque luego haría contrición jj.
    Unas fotos que son una maravilla.
    PD. Anoche sufrí lo indecible jj, tanto que me fui a la cama sin cenar. No aguanté jj. Esta mañana me he enterado y del mal el menor jj. Como me dice mi mujer, no entiende como puedo llegar a eso jj ni yo tampoco pero debe ser cosa de genes, mi padre hacía igual cuando perdía el Granada, no ahora claro, pero seguro que si viviera haría lo mismo , no se cambia así como así jj.
    Bueno dejo de molestar que ya está bien por hoy.
    Un abrazo.

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  23. que maravilla leer tus historias de niña, aunque no sean agradables del todo jajaja, todas esas experiencias hacen que seamos lo que somos.
    Mis abuelos por parte de madre eran también bastante secos, y no tengo recuerdos, ni buenos ni malos, de la que si me acuerdo es de mi abuela paterna, con ella si he ido a comprar leche de cabra jajaja, que también odiaba jajaja,
    Mi pasión era comer almendritas fritas jajaja , el chocolate a penas lo cataba porque siempre tenía anginas, y por tanto tenía la dichosa acetona, pero de mayor me he desquitado jajaja,
    A tus trufas le daba yo un tiento que las dejaba temblando, menuda delicia por favor

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  24. Qué deliciosas y vaya peligro! Un placer leerte. Un abrazo, Clara

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  25. Que pena el recuerdo que tienes de las vacaciones con tus abuelos, a mi me encantaban los veranos que pasaba con mis abuelos maternos. Me recogían el último día de cole y no volvía hasta el día antes de empezar el colegio y los sábados que pasaba con mi abuelo paterno mientras mi abuela hacía la comida. Es una de las cosas que más me alegro, los recuerdos que tengo de mis abuelos de cuando era pequeña.
    Las trufas me han enamorado, siempre me ha gustado el chocolate y de pequeña me daba igual la calidad que fuera ahora sí que soy capaz de apreciar el chocolate de buena calidad y me he vuelto un poco fina jajajaj
    Un saludo :)

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  26. ¡Hola Isabel!, y yo deseando vivir algún día como tus abuelos...
    Aunque de niña, ni loca, jajajaja. Pobre de ti, lo mal que la habrás pasado.
    No sé porque existen los chocolates de mala calidad, no deberían de existir. Hace unas semanas fui a Costco. No sé si lo conozcas, creo que hay en España, es de esos almacenes que venden todo tamaño jumbo, jajaj. Pero bueno, hoy no te quiero hablar de los tamaños de sus productos, si no, que esa vez que fui probé un nuevo producto que tenían (a ciertas horas hay personas ofreciendo pruebas, la mayoría súper rico) eran unas barras de chocolate con almendras, y estaban muuuuy malas. El chocolate era de pésima calidad. No podía creerlo porque en general venden buenos productos y sobre todo cuidan de los que ahí mismo preparan. Comer un mal chocolate, es lo peor :(
    A nosotras que adoramos el chocolate ya no nos engañan.

    En estos momentos estoy casi a punto de irme a dormir y ya sé con que soñaré esta noche, con tus TRUFAS!!!!!!!
    Wooow, el relleno está espléndido, yo amo el caramelo. Bravo Isabel, ¡otra receta excelente!

    Miles de besitos.

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  27. Hola Isabel, después de este tremendo relato que bien pudiera haber salido de la pluma de Stephen King, creo que te estás desquitando a base de bien de esos momentos "amargos" de tu niñez con las recetas de chocolate que nos regalas a menudo en tu blog y la de hoy no es para hacerle asco que digamos, ¡ME ENCANTA! Creo que el toque de la sal incrementa el sabor del chocolate al igual que ocurre con el picante. Estas trufas se ven irresistibles y un bocado antistress perfecto.
    ¡Un abrazo y que disfrutes de un feliz fin de semana!

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  28. Hola!!no recuerdo mucho ese sucedaneo, pero algo si. La verdad que me ha venido en mente un café soluble sucedaneo, que usaba mi abuela y era un horror, jaja. Bueno, pues nada, ahora eso ya está en el recuerdo y podemos disfrutar de chocolates deliciosos y ricos, con categoría. Como las trufas tan buenas que nos traes hoy que son para ir cogiendo y saboreando una a una. Me encantan!! Un beso y muy buen fin de semana ;)

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  29. Me encanta leer tus entradas y que razón tienes no hay nada mejor que un buen chocolate y tu receta tiene que ser una delicia para no parar de comer un beso preciosa bsssss

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  30. No soy muy de trufas,pero las tuyas tienen una pinta deliciosa!!!feliz fin de semana Isabel!!!
    ������

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  31. Hola Isabel,vaya los veranitos que tenías,pero de todo se saca la parte positiva a la larga ,claro con 6 añitos es difícil ver este lado
    Pero eso si aprendistes a saber que había sucedáneos del chocolate
    Me llevo tus trufas pues nada más verlas me enamore de ellas.Las vi por mi movil,durante el Puente y como estaba fuera no la he podido guardar en pendientes hasta que no he llegado a casa
    Por ahora,la guardo porque despues de estos días fuera ,ya sabes que se hacen excesos( no se porque le llaman así con lo bien que sienta la buena comida acompañado por un Yllera,rueda o Cigales..... jajaja
    Ahora a recuperar otra vez el peso,......pero no se me va a olvidar y lo hare antes que tarde¡¡¡
    Feliz fin de semana preciosa y muchos ,muchos besitos¡¡¡

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  32. El chocolate está buenísimo y más si es de una marca así buenecita. Qué raro se me hace imaginar una casa sin nevera... Lo de hervir la leche creo que lo hacía mi abuela también, me contaron alguna historia sobre esto. ¡Y las trufas buenísimas! Además se ve que tienen ese tacto como suave. Eso siempre me ha llamado la atención de las trufas.
    Un abrazo :)

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  33. Deben estar de muerte lenta....
    Me encaaanta el chocolate y el bueno, claro. De peque también tuve una experiencia parecida cuando un día fuimos al kiosko y vendían cigarrillos de chocolate... y eran de sucedaneo. Menudo chasco.
    Besitos.

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  34. Isabel me dejo seducir por tus trufas... Por Dios ! Si estoy en tu casa estaría visitando la nevera cada poco...jeje..Que pintaza tienen. Feliz domingo. Bs.

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  35. Isabel, vaya historia que nos cuentas de las vacaciones en casa de tus abuelos, no me extraña que no guardes un buen recuerdo. Pensándolo bien, ahora te puedes desquitar de aquella mala experiencia y comerte cada día todas las trufas que te plazcan. Yo las estoy viendo en la pantalla del ordenador y casi se me caen dos lagrimones por no poder probarlas, como imagino que a ti cuando te mandaban a casa de tus abuelos...

    Abrazos y buena semana!!!

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  36. Hola Isabel!! No eres la primera, ni serás la última, a la que le han dado gato por liebre. Sin ir más lejos, el otro día supuestamente compré queso rallado, que en realidad no lo era. Cuando llegué a casa y vi la etiqueta me quedé pasmada, era un sucedáneo a base de harinas, pero que en aspecto daba el pego que no veas... Mejor hablo de las trufas, que no son unas simples trufas que ya de por sí estarían riquísimas, no, estas tienen su toque salado para realzar el sabor, con esa mantequilla tan rica de Marina. No podías haberla utilizado mejor, a mí el chocolate me fascina... Casi diría que me cambia el humor, jeje... De pequeña ya me gustaba, pero reconozcon que con el tiempo la adicción ha ido en aumento. Procuro tomar más cantidad del negro, por aquello de que es más saludable, pero no le hago asco a ninguno. Y si me lo traes en forma de trufa ya es la bomba, pura tentación. Besos.

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  37. Oops! sería el colmo...después de todo lo que cuentas y la caminata en busca del ansiado chocolate encontrarte con que sólo era un vil sucedáneo :( asi que ¡a desquitarse tocan! jaja
    ¡¡Qué trufas más riquísimas!! se me está haciendo la boca agua, como si estuviera con la nariz pegada al escparate de una bombonería très chic de sabores inigualables!! que lo estoy, estando aquí!
    Un besito

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  38. Una historia con su lado positivo y negativo.
    UN LUJO para el paladar tu receta. (la presentanción es ideal)
    No podía dedicarme al blog. Ahora me encuentro con estas gratas sorpresas. GRACIAS.
    FELIZ DIA INTRNACIONAL DE LA MUJER.

    Un cariñoso SALUDO.

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Por cierto, no participo en cadenas de premios, ¡¡gracias!!