Vasitos de Frambuesa y Galletas Lotus

Sé que algunos os habréis preguntado qué es de mi vista, pensáis que ya estaré bien. Pues nada de eso. Nunca pensé que operarme de miopía me iba a traer tantas consecuencias. Después de dos operaciones, la primera bastante dolorosa y muchas, muchas pruebas posteriores, ya tengo la sentencia definitiva, y es que nunca volveré a ver bien, pues esa visión borrosa la seguiré teniendo para siempre. Algo que no te dicen, cuando vas a operarte, en principio, una operación sencilla con láser. Mi gran preocupación, es no poder conducir, pues hoy en día, es algo tan necesario para poder ir a trabajar, y en mi caso, siempre vuelvo del trabajo de noche, por lo menos en invierno. Y ese es mi nuevo proceso en estos momentos, poder conducir de noche. Ahora, tengo que ir probando con unos cristales amarillos, que normalmente son para destellos más que para visión borrosa, pero piensan que tal vez funcione en mí también. De momento, de día, sí que me corrige un poco ese defecto, pero me falta aún ir probando de noche, pero como me marean tanto las gafas, primero me tengo que acostumbrar a ellas. Por el día, prefiero seguir yendo sin gafas, también puedo conducir plenamente, pero de noche, son estrictamente necesarias. 

Me estoy acostumbrando a esa visión borrosa, pero claro, sé que no es lo ideal y no sé con el paso de los años, como me afectará. El caso es que no tiene solución y tengo que aprender a vivir con ello. ¿Queréis creer que sentí hasta alivio de que realmente tuviera algo? Pues para la clínica, es que no tenía paciencia, que esto es lento, que soy yo que me pongo nerviosa, después, que si está en mi cabeza....y al final te desmoralizas, pues ni me he sentido nunca nerviosa, tengo una paciencia infinita y sobre todo, sabía que no estaba en mi cabeza y que era real. Y ya veis, hasta me he conformado cuando me han dicho que tenía un problema real con motivo de mi operación, en vez llorar como una Magdalena, que es lo que la mayoría de las personas hubieran hecho, pues me quedan muchos años aún en activo y mi trabajo está fuera de casa y trabajar, hay que trabajar. Menos mal que leer sí que puedo seguir haciéndolo aceptablemente, aunque, tras la operación, he perdido también calidad de visión de cerca, pero es que yo veía muy, muy bien de cerca. Pero bueno, no necesito gafas para leer de momento, supongo que con la edad sí que necesitaré, pero eso no deja de ser natural y ley de vida.  

Bueno, y después de todo esto, os dejo ya por fin el postre de hoy, sin horno, fresco e ideal para los amantes de las frambuesas como yo. 

 

INGREDIENTES: 4 vasitos DIFICULTAD: Fácil PREPARACIÓN: 30 min 

-8 galletas Lotus

-400 g de frambuesas

-200 g de nata para montar

-175 g de queso crema

-50 g de azúcar glas+2 cucharadas

1. Trocea las galletas y tritúralas en una picadora hasta convertirlas en polvo. 

2. Reserva unas pocas frambuesas para decorar y tritura el resto con una batidora hasta convertirlas en puré. Ve añadiendo el azúcar glas y tritura de nuevo o simplemente remueve con una espátula. No eches el azúcar de golpe, ve probando el dulzor, pues dependerá cómo estén tus frambuesas. A mí me estaba muy ácido el puré y terminé añadiéndole 50 g pero tal vez tú necesites menos cantidad. Reserva. 

3. Con ayuda de unas varillas eléctricas monta la nata que deberá estar muy fría. Yo también puse a enfriar el bol y las varillas de la batidora. Puedes añadirle una cucharada de azúcar glas y batir un poco más. 

4. Ablanda el queso crema con un tenedor y añádeselo a la nata batida. Esta vez, bate con un batidor manual hasta que el queso y la nata esté bien integrado. Yo le añadí un poco más de azúcar glas, pero como te he dicho en el puré, prueba primero de dulzor, tal vez tú no necesites más. Déjalo a tu gusto. También lo puedes sustituir todo por tu edulcorante habitual si no tomas azúcar. 

5. Una vez tengas todas las preparaciones listas, añade al puré de frambuesas la mitad de la nata montada con el queso crema. Añade esa mitad poco a poco y remueve con las varillas manuales hasta integrarlo del todo. 

6. Ahora, toca el montaje de los vasitos. Reparte por igual el puré de fresas en cuatro vasitos. Espolvorea con más de la mitad del polvo de galletas Lotus. 

7. Ahora, reparte la mitad de la nata montada con queso crema que teníamos reservada. Adorna con las frambuesas que habíamos guardado y vuelve a espolvorear con el resto de polvo de galletas Lotus. Y ya lo tienes listo para servir o para guardarlo en la nevera hasta el momento de servir.