TARTA DE CASTAÑAS CON CHOCOLATE

Nunca he entendido mucho este mundo de bloggers. Primero piensas que nadie en la vida va a dar con tu blog, y más cuando una vez en el aire, ves que es casi imposible encontrarlo. Recuerdo al principio, que junto a Cakes para ti, tenía que añadir mi nombre y apellido seguidamente porque sino, era imposible encontrarlo en google. Después me encontré con los HTLM, que si tuviera que volver a ponerlo, no sé ni cómo lo haría. Y es que o entiendes un poco de qué va esto, o tiras la toalla a la primera de cambio. A mí, esto se me hizo un mundo y estuve a punto de tirar todo al traste. Fue una odisea y mi ilusión de tener un blog se volvió frustración.

Y cuando ya pareces que te enganchas, y que sigue sin leerte nada más que cuatro que se han topado por casualidad con tus recetas, observas que otros blog se apoyan unos a otros cuando publican y se animan mutuamente. Así, que cuando dos blogs me escribieron elogiando mis recetas, decidí contestarles y admirar igualmente sus trabajos. Eran blogs normales, que no tenían muchos seguidores y con fotografías bastante aceptables. Y ahí estuve varios meses siguiéndoles y animando sus trabajos. Yo veía que esos blogs comentaban a muchos otros, pero ya nunca más se acercaron al mío, a pesar de mi fidelidad. Así que volví a desorientarme y a seguir pensando que no tenía ni idea de qué iba esto. O que tal vez, mi blog era muy pequeñito e insignificante para ellos (que seguramente lo es).

Y entonces, apareció ella, mi queridísima Sil, de los Telares de Sil y Thermomixil, guapa por dentro y por fuera. Un día me escribió, le devolví la visita, le volvía a visitar, y ya nunca más dejé de tener una frase de apoyo y de ánimo en mi blog. Nunca le importó si mi blog era novato, que me leyera poca gente o que no tuviera seguidores. Gracias a ella descubrí las comunidades de Google+ y a partir de ahí empecé a tener muchos amigos blogeros que, sinceramente, me da igual si hacen mejores o peores fotos, si tienen más o menos seguidores, lo que sé es que es gente que me puedo fiar plenamente de sus recetas, y que son bellísimas personas. ¡¡Gracias a todos los que me visitáis y aguantáis mis rollos, ja, ja!!

Y como el lunes fue el cumpleaños de Sil, que casualmente nació el día de mi santo, y que ha hecho una tarta estupenda que se llama PASTEL ISABEL, yo he querido colaborar con esta tarta, que sé que a ella le gusta mucho el chocolate negro, y por ello, un trozo de este pastel es para ella y para todos los que me soléis acompañar y os habéis convertido en mi familia blogera. Y como no, para todas aquellas personas anónimas que estén buscando una tarta navideña, esta es mi propuesta, una tarta que se puede preparar con antelación, que es muy jugosa, con un ligero sabor a castañas y que seguro os encantará. ¡¡Gracias por estar ahí!!

INGREDIENTES:4-6 personas DIFICULTAD: Fácil PREPARACIÓN: 20 min COCCIÓN: 55 min

-500 g de castañas

-500 ml de leche

-200 g de mantequilla

-200 g de azúcar

-5 huevos

-una pizca de sal

-1 bote de mermelada de albaricoque de buena calidad (o de melocotón o naranja)

-250 g de chocolate para postres

Decoración: (opcional)

-guindas

-nata montada

-menta o hierbabuena fresca

1. Esta es la parte más tediosa de la receta. Pelar la capa exterior de las castañas con ayuda de un cuchillo afilado. Poner un cazo al fuego con agua y hervir. Retirar del fuego y meter en el agua hirviendo las castañas durante 3-4 min para que se escalden. Sacar una a una e ir retirando la parte fina de la piel que las recubre.

2. Poner las castañas en la leche y cocer hasta que estén muy tiernas durante 20 min aprox. Remover de vez en cuando para que no se peguen en el fondo del cazo. El fuego no debe de estar muy fuerte.

3. Separar las claras de las yemas. Reservar las primeras a temperatura ambiente. Poner en un bol las castañas escurridas, 150 g de mantequilla, el azúcar, y las yemas de huevo. Triturar con la batidora muy bien.

4. Precalentar el horno a 170º C. Montar las claras de huevo junto con una pizca de sal. Incorporar poco a poco al puré anterior con movimientos envolventes.

5. Engrasar un molde redondo alto de 19-20 cm con un poco de mantequilla. Verter la masa y hornear en horno precalentado a 170º C con calor arriba y abajo durante 30-35 min aprox o hasta que al pinchar con un palillo en la masa, éste salga limpio. Dejar enfriar antes de desmoldar.

6. Calentar la mermelada en el microondas o en un cazo al fuego. Cortar el bizcocho una vez desmoldado en tres partes iguales. Extender una capa fina de mermelada en una de las capas de bizcocho. Poner otra capa de bizcocho y extender la mermelada. Terminar con la última parte del bizcocho encima.

7. Retirar todas las migas sobrantes del bizcocho para que quede lo más liso posible. Recubrir todo el bizcocho con la mermelada restante y guardar en el frigorífico durante 10 min. para que la mermelada solidifique un poco.

8. Trocear el chocolate y ponerlo en un bol apto para el microondas junto con 50 g de mantequilla. Fundirlo a potencia media, sacándolo y removiendo de vez en cuando. Mezclar bien. Sacar el bizcocho de la nevera y ponerlo sobre una rejilla con un plato debajo. Con ayuda de una espátula cubrir con el chocolate todo el bizcocho. Volver a meter en el frigorífico hasta que el chocolate se endurezca. 

9. Decorar con guindas, rosetones de nata montada y hojas de hierbabuena. También lo podéis adornar con marrons glacés o castañas caramelizadas. Guardar en la nevera hasta tres días.