PUDIN DE VERANO

Cómo me gusta el color del verano, a pesar de este increíble calor que hace que nos levantemos más apáticos, que nos cueste empezar el día, que las comidas se vuelvan pesadas si no comemos algo fresco y líquido, mucho líquido. Lo que hay que reconocer es que el color del verano nos envuelve, nos alegra y nos llena de vida.

Y lo dice alguien que no ama precisamente el verano. Porque el verano es para estar eternamente de vacaciones y dejar que las noches se alarguen en una terraza, con buena tertulia, con buena compañía, sin obligaciones, sin pensar que al día siguiente el despertador va a sonar. Así debería ser el verano para todos.

El color de los días, las tardes sofocantes, nos recuerdan que estamos en verano, a pesar de los que tienen que seguir con su rutina invernal. Y como el verano no es mi estación favorita, pero sí el otoño, qué mejor que mezclar una elaboración fresca y sin horno, con unos frutos que solemos recoger en el ocaso del verano,y en la entrada de mi querido otoño, como las zarzamoras y las bayas. Todo junto, es este sutil pudin de verano.

Esta vez la receta tampoco es mía y es de un libro que tengo desde hace años que se llama Para Hoy Postres de la editorial Parragon.


INGREDIENTES: 4-6 personas  DIFICULTAD: Fácil PREPARACIÓN: 15 min  COCCIÓN 5 min

-675 gr de frutos del bosque congelados
-150 gr de azúcar
-2 cucharadas soperas de un licor suave, el mío Cointreau (opcional)
-6-8 rebanadas de pan de molde sin corteza

1. Poner los frutos del bosque congelados en un cazo con el azúcar. Llevar a ebullición removiendo de vez en cuando para que el azúcar se disuelva.

2. Cuando empiece a hervir, bajar el fuego y añadir el licor si se desea. Dejar hervir 3 min aprox.

3. Forrar un molde para pudin (el mío era una flanera de silicona) de unos 850 ml de capacidad, con el pan de molde (cortar si es necesario para cubrir todos los huecos del recipiente).

4. Con ayuda de una espumadera, verter los frutos del bosque en el molde para pudin. Con un cacito o una cuchara, añadir el líquido que ha soltado la fruta al cocer, pero echar la mitad como mucho, pues todo sería demasiado. Reservar el sobrante, ya que más tarde lo necesitaremos de nuevo.

5. Cubrir con más pan de molde la fruta. Presionar un poco con las manos. Pincelar con el jugo sobrante de la cocción de las frutas. Guardar el resto del jugo en la nevera.

6. Poner un plato sobre el pudin para que haga peso y dejar en el frigorífico durante 8 horas o toda la noche. Como mi molde es blando, al ser de silicona, también lo metí dentro de un bol para que la presión del plato no hiciera que se aplastara el molde.

7. Pasado el tiempo de reposo, desmoldar con cuidado y pincelar con el jugo sobrante todas las partes blancas del pudin. Si no se va a consumir enseguida, guardar en la nevera. Lo podéis adornar con unos frutos del bosque preferiblemente frescos.

NOTA: los frutos del bosque congelados los compré en el Lidl, donde venden unas bolsas de frutos rojos de muy buen tamaño y a un buen precio, pues ya sabemos todos, que los frutos rojos frescos, tienen un precio algo elevado. Para adornar el postre sí os aconsejo comprar alguna cajita de estos frutos frescos, pues no son tan ácidos como los congelados.