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miércoles, 4 de marzo de 2020

Milhojas de Chocolate Blanco y Frambuesas


Nunca antes había hecho milhojas, además, tampoco sabía muy bien como hacerlas y pensaba que era muy difícil, pero, la verdad es que me ha resultado mucho más fácil de lo que pensaba hacerlas. Si es verdad que hay que tener un pelín de cuidado para que no se queme en exceso las planchas de hojaldre, pero es sólo estar un poco pendiente y listo.



Las milhojas me recuerdan mucho al lugar donde vivía antes. Había sólo una pastelería y hacían unos pasteles buenísimos, pero eso sí en formato XXL (iba a poner XL, pero aún me quedaba corta, ja, ja) Comerte uno de esos pasteles ya era coger fuerzas para todo el día. Bueno, nosotros directamente los troceábamos en el momento de servirlos en casa. A mí me encantaban unas milhojas que hacían tremendas de merengue. Porque la semana pasada dije que no me gustaba la nata, pero ay, el merengue es otra cosa, como buena golosa, ¡el merengue me encanta! Hasta te daban con la milhoja una cucharilla como si de un helado se tratara porque era imposible pegarle un bocado a eso, la boca ni te alcanzaba. Eso sí, siempre eran los mismos pasteles, hacían unas siete u ocho variedades y no había cambios posibles, no sabían hacer otros. Al igual que las tartas, que siempre eran la mismas y bastante clásicas. Pero lo cierto es que estaba todo riquísimo. La pena es que hace unos años se jubilaron, era de tres hermanos, y ya nadie ha retomado el relevo. De los hermanos, dos eran solteros y el único que estaba casado y con dos hijos, han seguido otros caminos, y ahí está la confitería, que además, la habían reformado no hacía mucho tiempo, intacta y sin pasteles en el horno y con las estanterías vacías. Qué pena. Ahí comprábamos las chuches de los domingos, la caja de bombones de dos pisos que mi hermana me regaló una vez para mi cumple y que me puse malísima del atracón que me di porque quise probar de una sentada todas las variedades, el resolí con la botella en forma de Casas Colgadas que comprábamos para regalar como producto típico a los foráneos, los caramelos de miel, los pasteles para las fiestas, la tarta romántica que mi madre nos compraba los domingos de verano, las chuches que yo les regalaba en fin de curso a mis alumnos pequeños, donde descubrí que había niños celíacos y no todas las chuches eran aptas, donde en los descansos de mis primeras clases de baile íbamos a ponernos morados de pasteles.  Qué tiempos, ahora mi cuerpo no desgastaría ni uno de esos pasteles ni en varias semanas bailando sin parar.


Así que cuando vi estas Milhojas en una revista, me la anoté para dejarla en pendientes. La revista no era mía, así que me anoté la receta porque me pareció más fácil de lo que pensaba. Además, la receta es de un bloguero que escribe para varias revistas de cocina, se llama Dorian Nieto, y es un barcelonés afincado en Francia. La receta no la tiene en su blog, pero yo os enlazo a él por si os apetece echar un vistazo, a mí sus dulces me encantan, aunque lo mismo hace dulce que salado. Su blog: Mais pourquoi est-ce que je vous raconte ça...


INGREDIENTES: 4 personas  DIFICULTAD: Fácil  PREPARACIÓN: 50 min  COCCIÓN: 40 min REPOSO: 2 horas


-1 hoja y media de gelatina
-175 ml de nata para montar
-275 gr de chocolate blanco 
-16 frambuesas 
-1 hoja rectangular de hojaldre
-virutas de chocolate blanco 
-azúcar glas

1. Pon la hoja y media de gelatina en agua para que se hidraten durante cinco minutos.


2. Calienta en el microondas las nata para montar, escurre la hoja y media de gelatina y añade a la nata. Bate para que la gelatina quede bien repartida por la nata. 


3. Trocea el chocolate blanco y funde en el microondas a baja potencia y parando y removiendo para que el chocolate blanco no se queme. Cuando esté fundido, vierte por encima la nata caliente y mezcla bien para dejar una crema lisa y uniforme. 


4. Cambia el ganache de chocolate blanco a otro recipiente y cubre con papel film. Deja enfriar y mete en la nevera hasta que compacte bien (puedes acelerar el proceso si lo metes en el congelador). 


5. Mientras el ganache se enfría, vamos a preparar el hojaldre. Precalienta el horno a 180º C. Extiende la lámina de hojaldre y córtalo en tres partes iguales. 


6. Forra una bandeja con papel de horno y pon encima los tres trozos de hojaldre. Cubre con otro papel de horno y pon una bandeja un poco más pequeña encima para hacer peso e impedir que los hojaldres suban en exceso. Hornea a 180º C durante 30 minutos. 


7. Retirar del horno con cuidado y retirar la bandeja superior y el papel de horno que cubre los hojaldres. Espolvorear los tres hojaldres con un poco de azúcar glas tamizada y vuelve a meter al horno en la parte superior, con sólo función grill y carameliza el azúcar glas. Ojo pues se quema enseguida y hay que estar muy pendientes. 


8. Retira del horno la bandeja, dale la vuelta a los hojaldres, espolvorea de azúcar glas y carameliza también esa cara de nuevo en el grill. 


9. Saca del horno y deja enfriar los hojaldres encima de una rejilla. 



10. Una vez fríos, con ayuda de un cuchillo de sierra, corta un poco los extremos de los hojaldres para que se vean bien las capas que forma el hojaldre. 


10. Saca de la nevera el ganache de chocolate blanco y  bátelo con un tenedor para volverlo más cremoso. Trocea encima 10 frambuesas y mezcla suavemente.


11. Pon la ganache de chocolate y frambuesa en una manga pastelera con una boquilla redonda no muy pequeña. Coge dos de los hojaldres y cubre con  el ganache  formando varias tiras. 


12. Pon uno de los hojaldres con ganache de chocolate blanco y frambuesa encima del otro y por último cubre con la lámina de hojaldre que teníamos sin ganache. 


13. Pon de lado las milhojas y adorna con el resto de frambuesas enteras y con virutas de chocolate blanco. Por último, espolvorea con un poco de azúcar glas tamizado y ya está listo para consumir. 




37 comentarios:

  1. Wonderful recipe 😊 thanks for your sharing 😊

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  2. Isabel qué buen aspecto tienen tus milhojas. Con esa crema de chocolate blanco y las frambuesas, deben estar riquísimas, yo soy de chocolate blanco, mucho, pero no lo como casi nunca porque no es muy saludable, pero de cuando en cuando, me doy un gustito y me compro unas Angélicas en el Club del Gourmet, que están para morirse del gusto.
    Ya veo que tus recuerdos dulceros son muy ricos, y a quien no se le hace la boca agua recordando los dulces de nuestra infancia o juventud. Aquí en Sevilla eran famosas, hasta hace muy poquitos años las milhojas de Canela de una confitería muy famosa que estaba en la calle Pureza, en Triana, casi al lado de la capilla de la Esperanza de Triana, Barquitos Loli, se llamaba, y es que estaba leyendo tus recuerdos de esa confitería de Cuenca m y me pareció estar en la misma pastelería, era un lugar de esos pequeños, con encanto, al más puro estilo vintage, con mostradores de madera y mármol blanco, y estantes repletos de sus tres o cuatro variedades de dulces, pocos, pero exquisitos, y había colas para comprarlos, a mí me volvían loca los barquitos, que eran un pastelito en forma de barca de hojaldre, con un bizcochito glaseado por encima, y en su interior tenía un finísimo relleno de cabello de ángel, que era puro delirio, mis padres los compraban a menudo, porque mi hermano estudiaba en los salesianos e iba con frecuencia a por pasteles para merendar. Las milhojas eran también XXL, y mi Pepita que siempre fue muy poquita cosa, se las comía de una sentada ella sola, Jajajaja...
    Cómo disfrutaría con una de las tuyas, porque además es que le pasa igual que a ti, no quiere la nata ni bendita, pero el merengue, la vuelve loca, Jajajaja.
    Preciosa tu receta, Preciosas tus fotos y preciosos tus recuerdos. Hoy me voy con una sonrisa de oreja a oreja, ¿me ves?
    Besitos ❤️

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    1. ¡¡Hola Concha!! Tu Pepita entonces es de las mías, las que hemos sido poca cosa pero que somos capaces de tomarnos una milhojas de tamaño XXL de una sentada y quedarnos como si nada, ja, ja. Seguro que tu hermana piensa como yo, que la nata es demasiado sosa y por eso no nos gusta. El otro día Natalia, de Sabores de Nati me decía que ella no le ponía azúcar a la fresas con nata, vamos, ¡sólo me faltaba quitarle el azúcar a la nata, entonces si que no me la como ni regalada, ja, ja! Pero ay, el merengue es el merengue, ¡todo lleno de azúcar!
      Jo, como se te ocurre a estas horas de merendar contarme tan explícitamente como era tu pastelito favorito, esos barquitos con bizcochito glaseado por encima y que en su interior llevaba un finísimo relleno de cabello de ángel, eso no se hace, ¡yo quiero!, ja, ja. Besitos y miles de gracias por compartir igualmente recuerdos conmigo.

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    2. Jajajaja, golosa, Jajajaja 🤣

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  3. Hola Isabel. Has hecho una entrada preciosa contando unas vivencias que, para los que ya somos mayores como es mi caso, siempre son bien recibidas jj. Has hecho que recuerde tiempos pasados cuando en Granada salíamos a pasear y mi madre nos compraba unos milhojas con merengue que como has dicho era imposible comer si no llevabas algún utensilio a mano pero que no sé como nos apañábamos ya que al final el milhojas desaparecía dejando unos ribetes blancos en la boca, pero sabían a gloria.
    Y viendo estos milhojas que has hecho además de traerme buenos recuerdos has conseguido que la boca se me haga agua al imaginar el deliciosos sabor que uno se va a encontrar al llevarse a la boca un trozo de esta maravilla.
    No me cabe duda de que es una delicia y aunque estamos en Cuaresma ello no implica que ante esta tentación uno pueda caer en pecado de gula, de otros es imposible jj, y es que con solo ver las fotos uno está deseando poder saborearlo. Es todo un espectáculo.
    Un abrazo.

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    1. ¡¡Hola Juan!! Por lo visto las milhojas de merengue son todas en tamaño XXL, porque ninguno las abarcábamos con la boca, ja, ja. Estarías deseando salir a pasear con tu madre para que os comprara esas increíbles milhojas de merengue. Y es que ahora, hasta parecen que ya no saben igual. Bueno, no es que haga mucho, mucho tiempo que cerraran la pastelería donde compraban estos pasteles, pero te aseguro que ya no me están igual de buenas que las que he probado en otras pastelerías.
      Mira que intento ser buena persona y no pecar en exceso, pero cuando se trata de dulces, es difícil no pecar y sentir la gula, ja, ja. Besitos.

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  4. Que bueno Isabel por favor, yo quiero un cachito!!!!!! Me encantan estos postres. ummm

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  5. Menuda entrada la de hoy Isabel. Me he sentido muy identificada contigo porque en mi pueblo había una pastelería (o confitería como se daban en llamar las mujeres mayores que parecía que así tenía más glamour) que podía ser prima hermana de la que nos describes. Todo muy clásico, un repertorio cerrado de dulces, pero todo especialmente bueno.

    Será que entonces los ingredientes eran más de "verdad" y se usaban menos mierdas que abaratan los costes actualmente pero también se dejan notar en el paladar.

    Una pena que negocios así se cierren. La de mis recuerdos tampoco sigue abierta. Hace un tiempo traspasaron el negocio, cuando la madre se jubiló pero la chica que se la quedó no la aguantó mucho tiempo y es que cuando se quiere cobrar a precio de pastel de obrador una napolitana precocinada como las que te venden tres por un euro en cualquier supermercado mal vamos...

    Ahora el local es una agencia de viajes. Toda una pena. En fin, parece que es el destino de los negocios tradicionales.

    Yo siempre había pensado que hacer milhojas era más complicado pero viendo tu receta de hoy me doy cuenta de la cantidad de prejuicios que tenemos. Además la combinación chocolate blanco y frambuesas me parece todo un acierto, por no hablar de lo bonita que está presentada y de las fotos tan primorosas que traes.

    Lo que nunca había visto era poner las milhojas de lado, eso es bastante novedoso para mí.

    En fin, que siempre se aprende algo nuevo

    ¡Besos mil!

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  6. Ohh que bonito todo lo que cuentas, haces que retrocedamos unos.....bastantes años atrás, cuando todo sabía más bueno que ahora y cuando recordamos aquellos sabores de antaño se nos quedan en el paladar por un instante y nos hace hasta relamernos. Que rico estaba todo y que bien lo sabíamos disfrutar.
    Estas milhojas quitan el sentío chiquilla, que bonitas lucen las capas del hojaldre y ese relleno para chillarle. Me han encantado, lástima no poder meterle mano.
    Besotessss

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  7. Yo creo que todos tenemos recuerdos de una pastelería semejante a la que visitabas, cuando podíamos comer dulces sin mucho problema porque no nos hacían tanto efecto en la tripa como ahora, o eso parecía. Tus milhojas nada tienen que envidiar a las que comprábamos, que tostadito te ha quedado el hojaldre y que rico el relleno. Necesitaría una cucharilla también para rebañar bien esa nata con chocolate y sus frambuesas correspondientes, sin olvidarme del hojaldre. Bien mirado podrías montar tú una pastelería, te las pintas sola con los dulces y te gusta trabajar el tema. Yo voy dando ideas, y si las recoges no olvides hacer una buena inauguración, seguro que más de uno y de una te visitaríamos.
    Un beso.

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  8. Pues si ! las milojas de merengue son todas tamaño xxl a mi marido le encantan y recuerdo que cuando eramos novios todos los sabados antes de entrar al cine o al baile tenia que comerse una , bueno menos el trocito que yo le quitaba , nunca he sido capaz de comer una entera ,pero estas no me importaria porque no parecen tan empalagosas ,vamos que hago un esfuerzo ahora mismo jaja .Me encanta como te han quedado ,con las frambuesa pidiendo a gritos un mordisquito
    besitos

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  9. Dices que es la primera vez que las haces, pues te han quedado espectaculares.
    DELICIOSAS!!!

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  10. Hola Isabel!!
    Yo también recuerdo esas milhojas altísimos, aquí las hacen muchas pastelerías aunque la que mejor las hacia también cerró hace tiempo ya, eran altísimos y deliciosas, nunca fui capaz de tomarme una entera, a mi madre le encantan y siempre me las pide la verdad aunque nunca las hago ja ja.
    Te han quedado preciosas, yo hasta que recoganas mis frambuesas no haré nada con ellas, este año va muy bien la cosecha.para el postre me llevo una de las tuyas que la disfrutaré con muchas ganas je je.😤😤.. Besssss

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  11. Hola guapa, que milhojas tan espectacular!!! la verdad es que no es muy difícil conseguir chafar y tostar el hojaldre y el resultado es muy bueno. Yo también tengo una receta, pero la saque del Libro de Xavier Barriga, un panadero muy cotizado aquí. Bueno, la presentación es preciosa y el relleno delicioso. En definitiva, un dulce espectacular. Besos Isabel.

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  12. Hola Isabel, qué bonito tu recuerdo de la confitería de tu pueblo... ¿Sabes? Al leerlo, todo le rato han venido a mi mente las imágenes de la película "Chocolat" de Juliette Binoche y Johnny Depp. Cuándo ella está limpiando, pintando y preparando los pasteles y chocolates, para reabrir la pastelería de un viejo y antiguo pueblo en Francia... ¡Oh, qué maravilla! Se me antoja poder ser pasteleras y reabrir un negocio así, para poder compartir con los demás nuestros más dulces deseos... jajaja!! Gracias por haberme evocado el recuerdo de dicha peli, pues tu postre es toda una obra maestra... sí, si, maestra con todas las letras, pues yo ni en sueños creo que llegara a hacer algo tan bonito y evocador. A parte de romántico, si me permites decírtelo, pues tu postre de hoy también me ha parecido muy romántico y precioso.
    Así que con un buen sabor de boca y una imagen agradable en mi mente... me voy hoy de tu blog, a seguir "andando" por este mundo tan poco amigable y cruel... (bueno es que hoy no está siendo mi día... creo que lo más agradable ha sido venir a verte...) Besos querida amiga.

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  13. Hola Isabel, que maravilla de milhojas con todo lo que lleva dentro, a mi ahora me apetece un montón, de verdad que me lo comía bien a gusto. Y te ha quedado de lujo. Pues si, yo también recuerdo pastelerías y confiterias de mi infancia que ya no existen, una pena. Los tiempos pasan para todos y todo cambia.
    Besos.

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  14. Lo que me he hartado yo de hacer mil hojas en la escuela. Nosotros horneábamos toda la plancha de hojaldre entera y luego la cortábamos así te aseguras que las porciones no se deforman, cosa que pasa a menudo con el hojaldre casero. Luego los recortes los usábamos para otras elaboraciones.
    Me gusta mucho como te ha quedado tu mil hojas con ese relleno :)

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  15. Isabel, en ese pueblo y en esa confitería sí que sabían, eso de hacer los dulces tamaño XXL suena muy pero que muy bien. Qué pena que estos comercios tradicionales no sigan en funcionamiento. Hoy en día, con tanto minimalismo, pagas una pasta gansa por comerte un trocito de nada, en plato muy grande, que te lo comes en la primera cucharada.

    Cuando afloran este tipo de recuerdos parece que la receta se convierta en especial... A mí me han encantado estas milhojas, alguna vez las he hecho en casa, pero con distinto relleno, así que apuntado queda este de chocolate blanco y frambuesas.

    Ahhh no me voy sin decirte que me ha fascinado lo del Coral de Remolacha de la receta anterior, que no se me escapa una ;)

    Abrazos y buen fin de semana!!

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  16. Isabel está milhojas así como la presentas de ladito con ese delicioso crujiente como se ve en las fotos nos invita a meternos entre esta delicia, al leer todo tu relato de aquella panadería entrañable me lo imaginé como en una película, siempre esos recuerdos que tenemos de tiempos de antaño con delicias dulces y momentos compartidos con familia, sencillamente son entrañables. Muchos de estos lugares con el paso del tiempo se mantienen y otros no sobreviven, es una pena. Me encanta tu versión con chocolate blanco una delicia completa.

    Me has recordado mi primera y única milhojas (que hice en casa hace un buen tiempo con todo y hojaldre, la más osada..., jajajajaja, fue una gozada que sería bueno repetir aquella hazaña a ver como me sale). Tu milhojas preciosa y muy tentadora. 
    besos y buen fin de semana

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  17. Hola Isabel!! por fin tengo un hueco y puedo hacer algunas visitas a los amigos bloggeros!! Tengo una temporada bastante ocupada y con las clases de inglés, todavía estoy peor de tiempo, pero chica, que las he cogido con muchas ganas, y no me vale el aprobado, voy a por el excelente jajajaja.
    En mi pueblo y sobre todo más al sur de Alicante, en la Vega baja, las milhojas de merengue son muyyy tipicas también. También tenemos unas con crema pastelera, bajitas y jugosas, con azúcar glás y canela por encima, que son mis preferidas. Y no es que no me guste el merengue, que si me gusta, pero las otras son mi delirio, fácilmente hará 30 años que no las cato jajajaja.
    Pero estas con chocolate blanco... ay válgame, no te dejaría ni una!! que maravilla por favor, la frambuesa es una pareja ideal con el choco blanco, son toda una tentación!!
    Un besazo!

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  18. ¡Vaya pintaza! El chocolate blanco y la frambuesa calzan muy bien!!
    Qué pena cuando cierran un establecimiento que vemos abierto desde nuestra infancia / juventud. Se agolpan recuerdos y sentimientos cargados de melancolía. Me ha recordado a una experiencia similar.
    Pero bueno, que la receta está muy rica y hay que disfrutarla. Me pasaré también por el otro blog.
    Un abrazo :)

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  19. Que buena pinta!! Me apunto la receta pero yaaaa.
    Un abrazo.


    NEW POST IN MY FASHION BLOG!!: http://www.adrianosle.com/2020/02/mi-26-cumpleanos.html

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  20. Fijate que aqui en Miami no ves el hojaldre por ningún lado.Eso tan delicioso que comia cuando vivía en Buenos Aires choreado de fondant y dulce de leche me gusta la imagen me imagino el sabor delicioso que tiene milhojas y hojaldre ¿iqual? Cual es la diferencia. Me encanta tu receta pero esta vez paso muy complicada para mi y me la comeré sin respirar terminano empachada. Me gusta la presentacions el sabor y lo claro de todo lo que presentas.Lo haces facil para nosotras para mi que poco se de cocina y mucho se de comer
    Mil abrazos y mis respetos para Ud Chef

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  21. Isabel, un dulce precioso sin duda, a mi tampoco me gusta la nata y encima no soy nada golosa, preparo como sabes muchas cosas pues en mi casa se reciben o mejor dicho mi “santo” es un goloso XXL como los pasteles de aquella tienda que describes.
    Esto con chocolate blanco debe ser un premio azucarado maravilloso. Por cierto, ayer me pasó una cosa muy extraña ci el chocolate blanco, no hubo manera de derretirlo, se hacía una bola de manteca y al final lo tiré y tuve que devorar mi brownie con chocolate negro... un misterio.
    Bueno, Isabelita, un placer entrar en tu casa y tu cocina virtual para ver estas cosas tan bonitas y bien presentadas, siempre de agradece lo bonito y bien hecho.
    Besazos y feliz finde.

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  22. Me encanta la receta!!. Ya andaba yo con miedo de que hubiera que hacer el hojaldre...porque nunca lo he hecho...me da pavor!!. Pero madre mía!! esta receta no se me va a resistir!!!. jjjj..., así que a la lista de próximas elaboraciones!!. Besines!!!

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  23. Hola Isabel!! Pues a mi, después de leer tu receta, también me ha parecido bien fácil su elaboración así que ca a mi lista de pendientes. Donde yo vivo también había una pastelería como la que tú has descrito, con dulces artesanales buenísimos (aunque siempre los mismos) pero se jubilaron y la familia tampoco ha querido seguir, la verdad es una pena que de pierdan esas recetas tan especiales;)
    Besos, Ángela

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  24. Isabel... no nos pongamos a recordar, yo no soy de las que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero en cuanto a la pastelería... no se no se. Tu pastelería de Cuenca con sus mega pasteles, me recuerda a nos que en mi casa compraban los domingos, aquí les llamaban "tortells" de nata, eran como coronas grandes muy grandes de hojaldre rellenas de nata, recuerdo a mi madre en la mesa cortándolas con tijera para que no se chafasen y no se derramará la nata, mmm...
    Para ser tu primer pastel de hojaldre te ha quedado sensacional y me gusta la manera de presentarlo de pie. ¡Notaza! para este postre y para esta entrada. Un beso

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  25. Tu milhojas es tan precioso que parece sacado de un sueño, un sueño pastelero que nos transporta a otra época, con esas confiterías de toda la vida y sus entrañables aromas y sabores... qué pena me da cuando después de un tiempo vuelvo a pasar por algún sitio conocido y resulta que han cerrado...
    Éste postre me recuerda siempre a mi suegra, que le encantaba todo alto y bien relleno! Qué delicioso estará el que has preparado, tan tostadito y crujiente el hojaldre y con el choco blanco-frambuesas en su interior 😋Me ha sorprendido porque creía que era mucho más difícil de hacer. Oh, y qué fotos tan preciosas!!
    Un beso!

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  26. Holaaaa!!! pero que cosa tan divina,asi te me tienes como fan number uno!!!! y que facilito lo pones dan ganas de ir a la cocina a ponernos manos a la obra....felicidades!!!!

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  27. ¡Qué ricas y bonitas, Isabel! Me tomaba ahora un trocito, o una entera, con un té calentito. Conforme iba leyendo tu post, me he sentido muy identificada, porque cuando era peque, mi casa estaba encima de una pastelería y me ha recordado a los momentos en los que íbamos a comprar bollitos de leche o los pasteles de merengue, que también eran mis preferidos jeje. Me ha encantado la receta, tengo que prepararla. Un abrazote ^.^.

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  28. Hola Isabel, qué bonitos recuerdos, aunque fueran las mismas tartas y dulces siempre los de esa pastelería, seguro que sería los mñas ricos. Una pena que ya no haya nadie que haya querido continuar. pero para eso estás tú, para contar esta historias y endulzar nuestro paladar con los dulces que tú nos regalas cada día. Mil besos!!

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  29. looks so good!

    great post!thank you for your share!
    prom hairstyles for long hair

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  30. Que delicia de milhojas 💕💕

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  31. ¡Hola Isabel! Que belleza de milhojas y qué ricura... la ganache de chocolate blanco tiene una pinta deliciosa con la frambuesa... la verdad que me pierden estos postres... es verdad que el milhojas de merengue es el que más me gusta... y ese grandote que tu hablas... que no puedes ni darle un bocado, de lo alto que es... ¡¡más!! jajaa... es una pena que haya cerrado la pastelería, donde solías comprar desde hace tantos años... Cada día por aquí cierran más tiendas, a las que les tienes aprecio porque te has criado visitándola o simplemente porque estuvieron ahí desde que tienes uso de razón... la verdad que da mucha pena verlas echar el cierre... pero qué le vamos a hacer...
    Un beso y buen comienzo de semana amiga.

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  32. ¡Qué bonitos me resultan tus postres! no sé qué te diría si tuviera la ocasión de probarlos, aunque seguro que tendría que aplaudirlos, su aspecto es delicioso. Lástima no poder hacerlo. Algún día me animo y me llego a tu casa para probar alguna de esas cosas que preparas con tanto cariño y delicadeza. Un besazo.

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  33. Querida Isabel, perdona que venga tan tarde a ver esta delicia, pero mi semana ha estado patas arriba. En fin, aquí estoy disfrutando este postre de principio a fin, qué ricura, las milhojas me pierden, con dulce de leche son una perdición, pero la tuya con chocolate blanco y esas frambuesas están todavía más ricas.
    Qué lindo ese repaso que has hecho a la pastelería de tus recuerdos, imaginé todo lo que cuentas; yo también tengo recuerdos de una pequeña tienda en mi pueblo que vendían unos hojaldres cuadrados rellenos de merengue y era toda una diversión darle un mordisco y que saliera por los lados, quitarte el merengue de las mejillas jaja y seguir comiendo, qué tiempos. Una lástima que se pierdan esos tesoros culinarios, pero así es la vida.
    Un beso y gracias por esta receta y las memorias!!

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¡¡Gracias por la visita!! Me encantaría que me dejaras un mensaje y me comentes si te ha gustado la receta. Si tienes alguna duda, también me puedes escribir al siguiente correo rescalvo7@gmail.com
Por cierto, no participo en cadenas de premios, ¡¡gracias!!