CRACKERS DE QUESO Y SEMILLAS

Mientras somos pequeños, nuestros padres nos cuidan y nos protegen con todo su amor, y conforme vamos creciendo, intentan que la vida no nos golpee con fuerza y ellos siempre están ahí para amortiguar todos esos golpes que nos vienen. A veces, no somos conscientes del papel tan fundamental que hacen nuestros padres en nuestra vida, otras, son demasiado tarde, y afortunadamente, las más numerosas, sabemos que no hay nada como un padre o una madre y disfrutamos de ellos. 

Cuando era pequeña, siempre pensaba, que cuando nuestros abuelos fallecían, sus cuerpos eran ya inservibles, pero sus almas se iban al cielo y nos cuidaban desde allá arriba. Como los míos se fueron cuando yo era aún muy joven, entendía perfectamente que las cosas siempre me fueran bien en la vida y fuera tan feliz, ¡¡tenía a cuatro almas que me cuidaban desde allí arriba!!.

Desafortunadamente, cuando mi madre también se fue al cielo, pensé que también me cuidaría desde allí, pero la sensación fue de vacío y las cosas aquí en la Tierra, se han ido torciendo poco a poco y ya no siento que alguien me protege, sino que estoy algo más desamparada y como si fuera huérfana.

Ojalá mis pensamientos de pequeña fueran ciertos, y sólo sea una racha, pues ahora, otra alma buena se ha ido al cielo con ella, y de la misma forma que ella se fue. Sólo espero, que entre los dos nos cuiden,  nos protegan y nos den un poco de sosiego a nuestras vidas, porque aunque ya no estéis, os seguiremos queriendo toda la vida.

INGREDIENTES: 35 galletas   DIFICULTAD: Fácil   PREPARACIÓN: 20 min REFRIGERACIÓN: 2 h   COCCIÓN: 10 min 

Para la masa:

-125 g de avellanas

-175 g de harina de fuerza

-125 g de queso rallado

-2 cucharaditas de azúcar moreno

-1 cucharadita de sal

-1 sobre de levadura química en polvo (16 g)

-50 g de mantequilla

-1 yogurt natural (puede ser desnatado y edulcorado)

Para decorar:

-75 g de semillas de girasol peladas sin sal (pipas)

-50 g de semillas de sésamo negro (o de semillas de amapolas, adormidera, etc)

-1 cucharada rasa de sal en escamas 

1. Triturar las avellanas con ayuda de una picadora, batidora o similar.

2. Mezclar el polvo de avellanas en un bol amplio junto con la harina.

3. Incorporar el queso rallado, el azúcar moreno, la sal y la levadura en polvo. Mezclar.

4. Añadir la mantequilla cortada en trocitos y amasar con las manos deshaciendo muy bien los trozos de mantequilla.

5. Y por último añadir el yogur y amasar con las manos dentro del mismo bol. Formar una bola, envolver en papel film y guardar en la nevera 2 horas.

6. Enharinar la mesa de trabajo, extender la masa que teníamos guardada en la nevera y estirar con un rodillo previamente en harinado. Con ayuda de un cortapastas en forma de galleta rectangular cortar los cracker. Poner en una bandeja de horno forrada con papel parafinado separadas entre sí.

7. Precalentar el horno a 200º C. Mezclar en un bol pequeño las pipas, las semillas de sésamo y la sal en escamas. Repartir esta mezcla por encima de los crackers. Hornear a 200º C con calor arriba y abajo entre 5-10 min o hasta que estén dorados. Sacar del horno y dejar enfriar en una rejilla. Guardar en una lata metálica, en un bote de cristal o dentro de una bolsa de plástico. 

NOTA: Tanto las pipas como las semillas de sésamo las he comprado en un herbolario. Las pipas son sin sal y sin tostar. Si no encontráis sin sal, es preferible que no le pongáis la sal en escamas, pues quedarían demasiado saladas.