He intentado muchas veces hacer postres más sanos, ligeros y sustituyendo azúcar por sacarina o similares. Lo de sanos y ligeros lo he conseguido, pero lo de sustituir el azúcar, nunca me ha convencido a pesar de los intentos, por lo que hace mucho tiempo que llegué a la conclusión, que un postre tiene que ser dulce, tiene que estar bueno de principio a fin y sobre todo, que tiene que llevar azúcar. Hay que ser realistas.