Brioche de Té Matcha

 

¡Lo que me gustará a mí un brioche! Y lo mal que se me daba hacerlos, nunca le daba el toque, me quedaban un poco secos y apelmazados, ahora le he cogido un poco más el punto, pero aún me cuesta algunos. Éste se me ha resistido un poco. La receta es del libro Néo Brioche de Marjolaine Daguerre y he tenido que utilizar más harina de la que ponía en los ingredientes.

Los brioches no los considero para principiantes, tienes que tener ojo para saber si la falta más o menos harina y también no pasarte con ella, o el brioche quedará duro. Y desde que tengo amasadora he notado que quedan mejor. También tiene el inconveniente del tiempo que lleva en su proceso, más por los levados que por otra cosa. Pero cuando lo pruebas recién hecho, todo eso se te olvida. Lo mejor, es que si te sobra, lo congeles, porque como no llevan ningún tipo de conservante (cosa que sí sucede con todos los de compra), al día siguiente ya pierden frescura. Por eso, si lo congelamos en porciones, luego sólo es sacarlo 30 minutos antes y tan fresco como recién hecho. 

Otra vez llego a punto para la hora de la merienda, así que os invito a un trocito y veréis qué rico.

INGREDIENTES: 6 personas  DIFICULTAD: Media  PREPARACIÓN: 40 min  REPOSO: 3 horas  COCCIÓN: 30 min 

-50 ml de leche 

-15 gr de levadura fresca tipo Levital

-1 huevo M

-50 gr de nata líquida

-2 cucharadas soperas de ron dorado (opcional) 

-300 gr harina de fuerza

-60 gr de azúcar

-1 cucharadita de sal

-10 gr de té matcha

-40 gr de mantequilla

Para el relleno:

-50 gr de mantequilla

-50 gr de azúcar moreno (en mi caso panela)

Para la decoración:

-2 cucharadas de leche

-1 cucharada de sésamo 

1. Calentamos tibiamente la leche y diluimos en ella la levadura fresca troceada. Removemos.

2. En un bol ponemos la nata, el ron, el huevo y lo mezclamos bien. A continuación, añadimos la leche con la levadura disuelta y lo integramos bien. Reservamos. 

3. En un bol amplio en la cubeta de la amasadora, ponemos la harina junto con la sal, el azúcar y el té matcha y lo mezclamos.

4. Hacemos un hueco en el centro de la harina y vertemos los líquidos. Amasamos con el gancho de amasar o con una espátula de madera si lo vamos a hacer a mano durante varios minutos hasta que esté una masa pegajosa (yo le he tenido que añadir más harina). 

5. Cuando la masa sea un poco más manejable, le vamos añadiendo poco a poco la mantequilla troceada, no añadir un nuevo trozo hasta que no esté integrado el primero. Nos llevará un buen rato. La masa, se despegará de las paredes, pero en el fondo de la amasadora, quedará todavía masa pegada. 

6. Cubrir con un paño y dejar levar durante 2 horas en un lugar cálido sin corrientes de aire. Como cuando hice el brioche, no hacía mucho calor, aceleré el proceso metiendo la masa en el horno a 40º C con calor sólo abajo y me tardó en doblar volumen 1 hora 15 min (tener cuidado con este proceso, el horno tiene que estar a penas tibio, o la masa se cocerá en vez de simplemente darle un poco de calor para que suba). 

7. Mientras el brioche leva, preparamos el relleno. Ponemos el azúcar moreno con la mantequilla fundida y lo mezclamos bien. Reservamos. 

8. Una vez pasado el tiempo de levado, enharinamos una superficie de trabajo, estiramos la masa con un rodillo enharinado en un rectángulo aproximado de 30x40 cm. Extendemos el relleno de azúcar con mantequilla. 

9. Con un cuchillo afilado, cortamos la masa en seis trozos más o menos iguales a lo largo. 

10. Colocamos cada tira encima de la otra y la cortamos a su vez en seis trozos.

11. Engrasamos un molde pequeño redondo, preferiblemente desmontable de unos 16 cm de diámetro. Forramos el interior del molde con los seis montones de brioche separados un poco entre sí. Los pondremos con la parte más larga hacia abajo. Cubrimos con un paño y lo dejamos reposar durante 1 hora. 

12. Precalentamos el horno a 160º C. Pincelamos la superficie del brioche con leche y espolvoreamos con el sésamo. Horneamos con calor sólo abajo a 160º C durante 25 minutos y cinco minutos más con calor arriba y abajo para que el brioche se dore un poco o hasta que al pinchar con un palillo, éste salga sin restos de masa. Dejamos enfriar en una rejilla.

NOTA: si sobra brioche, lo mejor será congelarlo en porciones, pues este tipo de masa que no llevan conservantes, al día siguiente ya están resecos. Cuando lo vayáis a consumir, sacar 30 minutos antes de consumir del congelador y así estará como el primer día.