MUFFINS DE CALABAZA Y PIPAS

Otoño y calabazas siempre van unidos, aunque ahora, la podemos encontrar prácticamente todo el año en el mercado, es en esta estación, cuando tienen su mayor auge, así que yo también me he sumado a realizar recetas con esta hortaliza, pues tengo varias en la recámara para enseñaros.

Los que soléis utilizar la calabaza en repostería, sabéis que el sabor a calabaza pasa bastante desapercibido, pero le da mucha jugosidad a las masas y en este caso ha sucedido lo mismo.
La receta, la he sacado de la revista Love Recetas, ya había hecho una receta antes de esta revista y fue un auténtico desastre, mal explicada y aquello no había manera de que saliese bien, pero en esta ocasión, la receta si que ha salido a la primera y a penas he retocado las cantidades de los ingredientes. 

Hoy seguimos con el paseo gastronómico por Inglaterra, esta vez por York, una bonita ciudad amurallada, con un casco viejo medieval lleno de encanto. Su catedral se vislumbra casi nada más llegar a la ciudad, y es la imagen que he escogido para representar a York. Aunque a mí me enamoró los restos de una bonita abadía, la abadía de St Mary del siglo XI, unas impresionantes ruinas rodeadas de un jardín, donde las ardillas y los visitantes conviven en plena armonía. 

La economía de York, en los años 50, estaba basada en el chocolate y en el ferrocarril (por cierto, si tenéis la oportunidad de ir, no dejéis de visitar el museo del ferrocarril, ¡¡impresionante!!). Así que en esta ciudad, no podía faltar el chocolate. 

Cocoa & Sweet, es un gran ejemplo de ello, con sus maravillosas tabletas de chocolate.

La calle de The Sambles, es una de las calles que no os podéis perder, es una de las más antiguas de Inglaterra, de origen medieval, donde se llegaron a acumular más de 20 carnicerías, donde aún se pueden ver restos de ganchos, y debajo de ellos, estantes para mostrar la carne pero que, afortunadamente, han dado paso a tiendas más dulces. Hoy en día, se conservan sus escaparates salientes enmarcados en madera, donde podéis encontrar muchos de sus productos típicos, como fudge, o galletas, muy buenos ambos, pues me autoregalé algunos, je, je. 

También podéis encontrar productos típicos como té, cervezas o salsas artesanas.

Hasta podréis encontrar una tienda dedicada a la navidad, ¡¡es divina!! Eso si, preparar el bolsillo si queréis algo de ella.

En York´s Chocolate Story, podréis hacer un tour guiado donde podréis probar chocolates e incluso hacer el vuestro propio, todo ello por 11´50 libras, y eso si, hay que saber inglés para poder hacerlo.

Más tiendas y lugares para comer en la calle The Shambles. 

Betty´s, es una cafetería-pastelería, realmente exquisita, sobre todo los salones, donde se puede tomar el té, o el famoso afternoon tea, y que a pesar de sus precios, bastante elevados, en la foto se aprecia la increíble cola que había para entrar.  

Y como no, no podía faltar la famosa franquicia Patisserie Valerie, que como os conté sobre Manchester, las hay por todas partes. 

Nosotros elegimos para comer un lugar más vanguardista, como podéis apreciar en las fotos del local, y allí es donde probé por primera vez el famoso Fish and Chip, una elaboración bastante correcta, aunque mi pescado fue el bacalao, y no es precisamente el pescado que más me gusta. Las patatas no estaban muy allá, y como siempre, los platos acompañados de algún puré, esta vez por el de guisantes, (mucho peor que el que probé en Manchester) y acompañado también, por una salsa que me estuvo bastante buena, eso si. 

Muy común en todos los lugares que visitamos de Inglaterra, las Food Trucks, hasta en la misma catedral de York nos encontramos esta rosa, con mesitas fuera. También es común encontrar locales con chocolate caliente, bien apetecibles con el clima fresco de allí, pero eso si, no penséis que el chocolate es espesito como aquí, nada que ver, más caldoso que espeso. 

Espero no haberme extendido tanto como en el post anterior  sólo espero que si algún día visitáis York, os sea de utilidad. 

Si queréis más viajes gastronómicos, aquí podéis ver Manchester, Budapest, Praga y Viena. 

INGREDIENTES: 14 muffins  DIFICULTAD: Fácil  PREPARACIÓN: 15 min  COCCIÓN: 20 min

-150 gr de puré de calabaza

-1 yogur griego (125 ml)

-125 ml de aceite de girasol

-2 huevos

-125 gr de panela (o azúcar moreno en su defecto)

-250 gr de harina

-2 cucharaditas de levadura en polvo (10 gr)

-1/2 cucharadita de bicarbonato (2´5 gr)

-1 cucharadita de canela (5 gr)

-1/4 de cucharadita de jengibre en polvo

-1/4 de cucharadita de nuez moscada (1´25 gr)

-25 gr de pipas de girasol peladas y un poco más para la decoración

1. Podéis hacer el puré de calabaza casero. Yo asé un trozo de calabaza grande en el horno aprovechando que tenía el horno encendido horneando otra cosa. Cuando la carne de la calabaza estuvo tierna al pinchar con un tenedor, la saqué del horno. Dejar entibiar, pelar y triturar. Para esta preparación necesitamos 150 gr y si os sobra puré, lo podéis congelar para otra preparación. 

2. Precalentar el horno a 180º C. Poner en el vaso de la batidora el puré de calabaza, el yogur, el aceite de girasol y los huevos. Triturar todo con la batidora. 

3. Trasladar el compuesto a un bol amplio e incorporar la panela (o el azúcar moreno). Mezclar bien.

4. Tamizar encima de este compuesto la harina junto con la levadura y el bicarbonato. Ir mezclando con una espátula.

5. Incorporar la canela en polvo, el jengibre, la nuez moscada y las pipas. Mezclar repartiendo bien por toda la masa. 

6. Poner cápsulas de papel para muffins en un molde para magdalenas. Llenar las cápsulas con la masa. Espolvorear la superficie con algunas pipas de girasol. Hornear a 180º C con calor arriba y abajo durante 20 minutos o hasta que al pinchar los muffins éstos salgan sin restos de masa. Dejar enfriar en una rejilla. Conservar dentro de una bolsa de plástico una vez frías.