Hay un pueblo de Cuenca que se llama Casasimarro, que es el pueblo de las guitarras. Y es que son verdaderos artesanos de la guitarra, hasta me contaron que Alejandro Sanz había comprado allí una (claro, no sé si es un mito más, o realidad).
Yo conozco allí a muchas personas, algunos son como de mi familia, los conozco desde que iba al instituto y todavía no tenía los estudios terminados, pero aún así yo ya era su "profe", como me llaman ellos.
¡¡Y qué bien lo pasábamos!! Yo tenía dos grupos de alumnos, "los nuevos" y los "viejos", y celebrábamos todos los cumpleaños los lunes al acabar las clases (nada menos que a las 12 de la noche). Nada más terminar la clase, sacaban todos las tartas y dulces caseros y nos poníamos las botas a esas horas de las noche (a mí siempre me venía bien, pues casi nunca tenía tiempo para cenar algo con tantas clases).