PASTEL DE PIÑA Y JENGIBRE

Una de las frutas que solemos asociar a las navidades, es la piña, y casi todo el mundo compra piña natural para alguno de estos días, pero es que, con tanta comilona, el cuerpo necesita una pequeña desintoxicación y nada como la piña. Y la piña junto con el jengibre, ya es una combinación perfecta.

Así que para el que aún, después de las comilonas, quiera algo dulce, hoy os propongo un pastel para mi gusto delicioso, con mucha, mucha piña y un buen toque de jengibre en polvo. Unos sabores de lo más exóticos y atrayentes que os va a encantar, tanto en aroma como en sabor. Un pastel que podéis hacer tanto con piña natural como la envasada en su jugo.

Ya sé que las fotos no son muy navideñas, pero es que, una vez hecha la tarta, por más que la miraba, no me incitaba ponerle ningún adorno navideño, y como siempre, me guié por el color, la forma y la textura del postre para fotografiarlo. La semana que viene, volveré a sacar los adornos navideños y a lo grande, ja, ja, no os penséis que se me ha venido abajo el espíritu navideño, que no, que no, y más que cada vez veo más cerca las vacaciones de navidad. ¡¡Yupi!!

INGREDIENTES: 6 personas  DIFICULTAD: Fácil  PREPARACIÓN: 30 min  COCCIÓN: 50 min

-2 latas de piña en su jugo de 565 gr cada una

-275 gr de mantequilla

-150 gr de azúcar blanco

-175 gr de azúcar integral de caña (Panela) o de azúcar moreno en su defecto

-3 huevos

-100 ml de nata líquida

-175 gr de harina

-1 cucharadita de levadura en polvo (5 gr)

-1 cucharadita de canela (5 gr)

-1 cucharada de jengibre en polvo (15 gr)

1. Escurrir las rodajas de piña y secar con papel absorbente.

2. Poner en una sartén amplia el azúcar blanco con 75 gr de mantequilla hasta que la mantequilla se haya disuelto. 

3. Caramelizar ligeramente las rodajas de piña en este almíbar. Reservar las rodajas encima de un papel parafinado para que no se peguen.

4. Precalentar el horno a 170º C. Poner en un bol amplio el resto de la mantequilla fundida ligeramente en el microondas (200 gr), el azúcar integral de caña y batir con una batidora de varillas hasta conseguir una mezcla homogénea.

5. Para esta receta he utilizado azúcar integral de caña sin refinar (panela), que vi en Mercadona y la compré para ver qué tal era y me encantó, tanto la textura que dejó en el pastel como su sabor, así que la utilizaré más veces, ahora que la tengo más al alcance. Además, es mucho más saludable.

6. Ir añadiendo el huevo a la masa uno a uno mientras vamos batiendo con la batidora de varillas.

7. Incorporar la nata líquida y seguir batiendo.

8. Mezclar la harina junto a la levadura en polvo, la cucharilla de canela y la cucharada de jengibre en polvo. Tamizar todo encima de la masa anterior mientras vamos mezclando, esta vez con una espátula, suavemente.

9. Poner la mitad de las rodajas de piña en el fondo en un molde redondo de 20 cm de diámetro. Si el molde no es de silicona, engrasar con mantequilla.

10. Verter la masa, nivelar con una espátula y hornear a 170º C. Si el horno es de aire, poner el calor arriba y abajo. Hornear alrededor de 40 min. Para comprobar si está hecho, pinchar el centro del pastel con un palillo hasta el fondo y éste tiene que salir limpio y sin restos de masa.

11. Dejar reposar 10 minutos en el molde. Desmoldar y dejar entibiar en una rejilla. Partir por la mitad el resto de las rodajas de piña y adornar el pastel con ellas. Ya estará listo para servir.

NOTA: Para darle un poco de  volumen al pastel he dejado reservadas la mitad de las rodajas de piña sin hornear, pero se pueden poner todas las rodajas de piña desde el principio en el fondo del molde antes de verter la masa y hornear. También lo he decorado con láminas de jengibre fresco, pero sólo las he utilizado para decorar, a la hora de servir las he retirado.