Mini Parfait Helado de Mandarina

Parece mentira, pero la semana que viene ya es navidad, una navidad más, el tiempo vuela y nosotros con él. Así que las propuestas para navidad se ven por toda la blogosfera, pues la mayoría vamos buscando alguna receta que funcione y que sea del agrado de todos. La que os traigo hoy, con la mitad de  mi familia golosa al máximo, no sé si sería esta una opción para postre navideño, pues o lleva chocolate, o es muy dulce, o como que no les va, pero os aseguro, que para el resto de los mortales, esta receta de Mini Parfait Helado de Mandarina es el postre perfecto para estas navidades. 

Y os doy los motivos, primero, es muy fácil de hacer, segundo, se puede elaborar con mucha antelación, pues hay que guardarlos en el congelador, tercero, es un postre de sabor ligero y nada pesado y cuarto, es bastante económico. Creo que tengo argumentos suficientes para convenceros de que es un postre perfecto para después de una comilona. A los que no os gusten los postres congelados, no os preocupéis, pues este postre es muy cremoso. Al ponerle la salsa de cardamomo por encima, se iba volviendo más cremoso. Y para nuestro gusto quedó buenísimo. 

Y bueno, para los que no encuentren cardamomo fácilmente, como me ocurre a mí, yo lo tengo hace tiempo (por lo menos dos años) y lo compré adrede con estas pequeñas cajas que venden para acompañar a los gin tonic, que suelen tener granos de pimienta negra o pimienta rosa y casi todos llevan también cardamomo. Por lo menos, donde yo vivo, sólo consigo el cardamomo de esa manera. Os aseguro que merece la pena comprar un poco de cardamomo para realizar esta salsa. El anís estrellado tampoco lo encuentro por aquí fácilmente, pero en el Lidl se puede encontrar casi siempre por estas fechas. De todas formas, se puede comer el mini parfait helado tal cual, sin la salsa, pero queda sublime con ella, por lo menos, siempre en nuestro gusto, claro está, que ya se sabe que sobre gustos...

Espero que os guste la receta. 

INGREDIENTES: 6 mini parfaits  PREPARACIÓN: 20 min  Fácil COCCIÓN: 15 min  REPOSO: 6 horas

Para los mini parfaits:

-2 mandarinas

-100 g de azúcar

-75 ml de agua

-3 yemas de huevo

-100 ml de nata para montar

Para la salsa de cardamomo:

-150 g de azúcar

-175 ml de agua

-1 vaina de cardamomo

-1 anís estrellado

-1 rama de canela

-3 mandarinas

1. En primer lugar prepara los mini parfaits. Para ello, lava bien y seca las dos mandarinas, Rállalas y exprime su zumo. 

2. Pon en un cazo los 100 g de azúcar junto con los 75 ml de agua al fuego hasta que hierva. Cuando empiece a hervir añade la ralladura de mandarina y el zumo. Deja que hierva otra vez y retira. 

3. Bate las yemas de huevo con unas varillas eléctricas e incorpora en un hilo el almíbar bien caliente mientras seguimos batiendo. No dejes de batir hasta que las paredes del bol donde estás batiendo se enfríen, tendrás que ir tocándolas con las manos para comprobarlo. 

4. Cuando ya esté fría o ligeramente tibio bate la nata con unas varillas eléctricas. Añade a a crema de mandarina mezclando de forma envolvente esta vez con una espátula o unas varillas manuales. 

5. Prepara unos pequeños moldes, mejor si son de silicona para que se desmolden mejor. Reparte la crema de mandarinas por los moldes y mete en el congelador durante 6 horas por lo menos. 

6. Mientras, ve preparando el sirope de cardamomo. Pon en un cazo los 150 g de azúcar con los 175 ml de agua. Añade el cardamomo machacado en un mortero, el anís estrellado y la ramita de canela. Pon al fuego y deja hervir durante 5 minutos. 

7. Mientras el almíbar hierve, ve pelando las mandarinas retirando bien las pieles blancas. Una vez hayamos hervido el almíbar los cinco minutos incorpora los gajos de mandarina, remueve un poco y deja cocer a fuego lento otros 5 minutos más. 

8. Deja enfriar el sirope por completo. Sirve el sirope de cardamomo a parte para que cada uno se ponga la cantidad que quiera en su mini parfait. No hará falta que saques con tiempo los mini parfaits del congelador, son muy cremosos y con el almíbar por encima se vuelven aún más cremosos.