Pretzel Caseros

Mira que me gustan estos panes. Ya los probé cuando visité Viena, los solían poner en el hotel ya desde el desayuno. Ahora, los consumo muy de vez en cuando, pues los suelen vender en el Lild y si voy, me traigo un pretzel casi seguro. También había hecho una vez caseros, pero no le puse el típico baño de agua y bicarbonato que llevan estos panes y me estuvieron muy normalitos. Pero estos Pretzel que os traigo hoy, están riquísimos.

La receta la he sacado de la revista Elle, y le he tenido que poner más harina de la que indicaba la receta, pero mi harina, que es comprada en una panadería que utiliza buenos ingredientes, me he dado cuenta que siempre hay que añadirle más líquido de lo normal, o añadir más harina al líquido inicial como ha sido en este caso. Por eso digo, que para hacer pan, hay que tener algo de práctica y saber cómo se comportan las masas, por lo demás, es fácil de hacer, siempre respetar los tiempos de levados, y poco más.

Y como va siendo costumbre, os vuelvo a traer una nueva recomendación, ideal para acompañar mis panes. Todo lo que queráis saber del mundo de los risosttos, lo tenéis aquí, en la página http://recetarisotto.es/ dónde encontraréis todas las claves para que os quede perfecto, además de recetas fáciles, variadas, donde seguro encontraréis vuestra receta ideal. No dudéis en visitar este fantástico recetario.

INGREDIENTES: 6 unidades  DIFICULTAD: Media  PREPARACIÓN: 40 min  REPOSO: 3 horas 30 min  COCCIÓN: 15 min

-250 gr de harina de fuerza (yo tuve que utilizar más cantidad)
-1 sobre de levadura seca de panadería (unos 5 gr aprox.)
-75 ml de agua tibia
-1 cucharadita de sal
-75 ml de cerveza
-25 gr de aceite de oliva
-1 cucharadita de miel
-2 litros de agua (yo le puse uno y medio)
-100 gr de bicarbonato sódico (yo le puse 75 gr)
-sal gorda (yo le puse sal en escamas desmenuzada)

1. Ponemos en un bol amplio (o en el de la amasadora) la harina junto con la levadura seca, hacemos un hueco en el centro y añadimos el agua tibia. Mezclamos ligeramente.

2. Incorporamos la cucharadita de sal, el aceite, la cerveza y la miel. Amasamos. Si utilizamos la amasadora, lo haremos con la pala de amasar a potencia media y haciendo pequeñas pausas cada 10 min. Iremos añadiendo harina si vemos que la masa está excesivamente pegajosa.

3. Aunque yo la amasé con amasadora, como le tuve que añadir más harina de lo que indicaba la receta, al final lo amasé el último tramo a mano, y pude comprobar mejor la textura. Tiene que ser un poco pegajosa, pero flexible, pues luego habrá que modelarla. Formamos una bola, engrasamos un bol con un poco de aceite y lo dejamos reposar tapado en un lugar sin corrientes de aire durante dos horas. La receta original, pone que se guarde en la nevera durante esas dos horas, pero yo no la metí, por eso, quizás, la masa me subió más.

4. Pasado este tiempo, sacar la masa del bol y desinflarla un poco con la mano y hacer seis porciones con ella del mismo tamaño.

5. Estiramos cada porción dándole forma de cilindro de unos 50 cm de largo.

6. Le damos forma de pretzel, haciendo una especie de corazón entrelazando los dos extremos en el centro y llevándolos a los lados.

7. Los ponemos en una bandeja forrada separados entre sí, cubiertos con un paño durante 1 hora, esta vez a temperatura ambiente pero sin corrientes de aire.

8. Pasado este tiempo precalentamos el horno a 200º C. Ponemos una olla a hervir con los dos litros de agua y el bicarbonato sódico. Cuando esté hirviendo, retiramos los pretzel y los escaldamos un minuto (30 segundos por cada lado).

9. Los dejamos en una bandeja forrada con papel de horno y los espolvoreamos por encima con sal gorda. Los horneamos unos 15 ó 20 minutos con calor arriba y abajo a 200ºº C o hasta que estén morenitos.

10. Los dejamos enfriar encima de una rejilla y servimos.