Cheesecake Vegana

Ya sabéis que mi blog no es vegano, pero es cierto, que hoy en día mucha gente demanda este tipo de recetas, así que me he sumado en esta ocasión a ello. También, cada día conocemos a más personas que lo son, y muchas veces dudamos en qué productos podemos utilizar o no y qué recetas poder hacer cuando tenemos a personas veganas como invitadas en casa. En este caso, la cheesecake, no lleva nada de origen animal, y toda la elaboración es en crudo.

La tarta está riquísima, os gustará a todos, estoy convencida, además, entra fresquita de maravilla, pero recordar, que cuando usamos el nombre vegano para un postre, no significa light o bajo en calorías. No voy a cuestionar si es más sano o no (todo tipo de postres tienen que ser ocasionales, una pequeña ración por semana como mucho), pero es cierto que esta tarta dispara las calorías, así que comer con moderación y no pensar que por ser vegana, no estamos excediéndonos en calorías, en este caso, más bien lo contrario. Aceite de coco, manteca de coco, leche de coco...tienen un alto contenido calórico, mucho mayor el aceite de coco que el de oliva virgen extra, al igual que la leche de coco, mucha más calorías que otro tipo de leche, y pensar también que estamos utilizando muchos frutos secos, todos muy saludables y todo eso, pero siempre con control.

Y como os dije, en estos días estoy muy panarra, así que hace dos semanas hice un pan riquísimo. La receta es de mi querida Raquel de Mi Diversión en la cocina, ella tiene unas manos divinas para la cocina, lo mismo se le da bien un postre, que un arroz con setas, que nos prepara unos panes divinos. Y divino es este pan que hice siguiendo su receta. Ella le puso pan de centeno, pero como yo no tenía, lo hice con pan de fuerza común. También usé un bote de pimientos asados con ajo, como el de ella, pues casualmente lo venden aquí también. El resultado, un pan con un color divino, y muy rico.

Como me salieron dos panes, uno nos lo comimos, y con el otro hice rebanadas que congelé, y todas las mañanas disfruto de un rico desayuno con una de estas tostadas, aceite de oliva y una fruta, y os aseguro que me llena de energía para afrontar bien la mañana. Me encanta en tostadas, y sólo de ver su color, me alegra las mañanas. Gracias Raquel. La receta la podéis encontrar aquí, PAN DE PIMIENTOS ASADOS. 

INGREDIENTES: 8-10 personas  DIFICULTAD: Fácil  PREPARACIÓN: 1 hora  REPOSO: 12 horas

Para la base: 

-300 gr de dátiles

-275 gr de almendras crudas peladas

-1 cucharadita de canela molida

-1/2 cucharadita de sal

Para la cheesecake:

-300 gr de anacardos crudos

-150 ml de manteca de coco (o de aceite de coco)

-250 ml de leche de coco (la de lata)

-174 ml de sirope de ágave o de arce

-el zumo de medio limón

-1 cucharada de extracto de vainilla

Para decorar: 

-50 gr de arándanos:

1. La noche previa, vamos a poner a hidratar en agua los anacardos. Los dejamos toda la noche o mínimo cuatro horas. 

2. Al día siguiente, ponemos también a remojo, pero esta vez en agua caliente, durante 15 minutos los dátiles deshuesados. Yo he aprovechado también a poner en el mismo agua caliente las almendras para quitarle la piel. Las almendras sólo las escaldé dos minutos y la piel salió con facilidad. 

3. Ponemos en un bol los dátiles reblandecidos (retirar las pieles que se hayan desprendido o queden sueltas), las almendras, la canela y la sal. Trituramos con una batidora eléctrica. Si quedan trozos de almendra, tampoco pasa nada, no hace falta que esté perfectamente triturado. 

4. Engrasamos bien un molde  desmontable de unos 20 cm de diámetro con un spray desmoldante, con un poco de aceite, margarina...o lo forramos con papel de horno. Ponemos la pasta de dátiles y almendra en el fondo chafando bien con la mano. Reservamos en la nevera. 

5. En un bol amplio ponemos todos los ingredientes para la cheesecake, los anacardos escurridos, la manteca de coco, la leche de coco, el sirope, el zumo de limón y el extracto de vainilla. Batimos todo bien con una batidora eléctrica. 

6. Sacamos el molde de la nevera y vertemos la crema nivelando la superficie. Guardamos en el congelador unas cuatro horas. Pasado este tiempo, la sacamos del congelador y la desmoldamos. 

7. Trituramos la mitad de los arándanos con una batidora.

8. Extendemos con una cuchara los arándanos triturados y decoramos con los arándanos enteros. Reservamos en la nevera hasta el momento de servir.

NOTA: la tarta tiene que servirse totalmente descongelada, sólo la meteremos en el congelador para cuajarla, pero luego habrá que meterla en la nevera.
Muchas veces, encontrar ciertos productos para hacer este tipo de tartas no es fácil, ni tampoco económicos. En esta ocasión, todos los productos los he comprado en el Lidl, donde podéis encontrar fácilmente dátiles, arándanos, anacardos crudos, almendras crudas, y puntualmente manteca de coco y leche de coco. Estos últimos, también los podéis encontrar en Mercadona, al igual que el sirope de arce o de ágave.