Ya os he dicho en otras ocasiones, que mi pasión por el dulce viene desde siempre. Y la elaboración de repostería casera, también. Aunque, los primeros bizcochos que hice, me salían duros como las piedras, me subían más de un lado que de otro, o simplemente, ni subían. Pero, cuando empezaron a salirme los primeros bizcochos, empezó a salirme casi todo.
Pero lo salado, ¡¡si siempre cocinaba mi madre!!.
Recuerdo una vez (yo tenía 14 años), que mi madre se rompió la cadera y tuvo que guardar cama no sé cuanto tiempo (a mí se me hizo eterno). Yo no había hecho la comida en la vida, y claro, me tocó a mi, porque, aunque mi padre sabe cocinar, trabajaba y él no podía. Mis hermanos mayores ya se habían emancipado y mi hermana pequeña tan sólo tenía 4 años.
El primer día, mi madre me dijo que hiciera arroz caldoso, y cada paso que hacía, iba con la olla desde la cocina a la habitación, para que ella me dijera si estaba bien así. Cómo mi madre ya estaba un poco harta de mi ir y venir con la olla, me dijo que ya le añadiera agua, la pusiera al fuego y que ya no volviera otra vez. Cuando fuimos a comer, aquello era un emplaste terrible, era arroz de todo tipo, menos caldoso. El caldo brillaba por su ausencia. Mi madre me explicó que le había puesto muy poca agua, pues el arroz absorbe parte de ese agua.
Al día siguiente, me dijo que hiciera lentejas. Fui con la olla otras tantas veces a la habitación para que mi madre supervisara mi trabajo. Pero a la hora de añadir el agua, ya no la molesté, pues ya había aprendido la lección. Llené la olla hasta el máximo y la puse al fuego. Cuando fuimos a comer las lentejas, no había quien las encontrara. Había tanto caldo, que no había manera de coger una cucharada con una lenteja en su interior.
Para mí, la cocina salada era más difícil de resolver, que todos aquellos libros de misterio que solía leer.
Hoy en día, gracias al blog, estoy mejorando mucho, y ya me voy sintiendo una pequeña chef. Por eso, cuando veo que también visitáis mis recetas saladas, me pongo muy, muy contenta.
INGREDIENTES: 4 personas DIFICULTAD: Fácil
-8 calamares medianos ó 4 grandes (pueden ser congelados)
Para el relleno:
-2 huevos L
-150 g de carne picada
-150 g de sobrasada
-1 rebanada de pan
Para la salsa:
-1 cebolla
-1 diente de ajo
-2 cucharadas de tomate frito (preferiblemente casero)
-200 ml de vino blanco
-aceite de oliva
-sal y pimienta
1. Poner en un cazo los huevos y cocer a partir de su ebullición 10 min. Si los calamares son frescos, limpiar separando las patas del cuerpo. Lavar las patas, eliminando los intestinos, los ojos y el pico que tienen en la boca. Lavar el cuerpo y limpiar bien por dentro. Reservar. Si son congelados vendrán ya limpios.
2. Preparamos el relleno: mezclar con las manos en un bol la carne picada con la sobrasada.
3. Mojar la rebanada de pan en agua y escurrirla muy bien. Desmenuzar y mezclar con la carne y la sobrasada.
4. Pelar los huevos, picarlos y añadir a la mezcla anterior. Salpimentar al gusto.
5. Rellenar los calamares con la mezcla. Cerrar el orificio con un palillo.
6. Ahora prepararemos la salsa: picar finamente la cebolla y el ajo.
7. Poner en una sartén amplia aceite de oliva y sofreír en ella la cebolla y el ajo durante 4-5 min.
8. Agregar el tomate frito, mezclar con una cuchara de madera y sofreír 1 min.
9. Añadir los calamares junto con sus patas. Dorarlos por todos lados a fuego fuerte.
10. Rociar con el vino blanco, bajar el fuego, tapar con una tapadera y dejar cocer hasta que la salsa haya menguado considerablemente. Servir los calamares enteros o cortados en rodajas acompañados de su salsa. Servir caliente.
Hola isabel mira q los hago rellenos de muchas cosas pero nunca le e puesto sobrasada que ricos tienen que estar un beso y apuntada
ResponderEliminar¡¡Hola Nati!! A mí es que me gusta mucho la sobrasada (aunque luego la como muy poco), y esta ha sido una buena oportunidad para comerla. Besitos.
EliminarTotalmente inedita para mi... me encanta esta receta, ese toque de la sobrasada debe quedar divino
ResponderEliminarUn abrazo!!
¡¡Muchas gracias Victoria!! Desde luego el toque se lo da la sobrasada, es un sabor que me gusta mucho. Miles de gracias por pasarte por mi blog. Besitos.
EliminarMadre mía Isabel..., a mi me ocurría lo mismo con los pasteles, o se quemaban, o no crecían, o quedaban duros como un peñón..., y otro tanto con las recetas saladas, y es que huía de la cocina porque tenía la cabeza en otras cosas. Cómo se nota que me hago mayor...
ResponderEliminarEsta receta que presentas hoy, me parece muy original, no se me hubiera ocurrido nunca hacer este tipo de combinación. A mí me gusta la sobrasada pero ya sabes..., con lo calórica que es, la como en contadas ocasiones. Me ha gustado mucho. Disfruta de las fiestas
Si nos llegan a decir hace unos años que hasta íbamos a tener un blog de cocina.... ya ves, y hasta le hemos cogido el gusto, ja, ja.
EliminarYo tampoco suelo comer sobrasada, y de hecho, me gusta más las cosas que saben a sobrasada, que la sobrasada por sí sola.
Aunque las fallas empiezan este finde, yo no voy a poder disfrutar de ellas hasta la semana que viene, pero ya me queda menos....
¡Hola, Isabel!! No sólo me parece super apetecible tu receta de hoy sino que me han encantado tus anécdotas de aprendiz de cocinera, paseándote los pasillos, buscando la aprobación de tu mami...
ResponderEliminarMi primera comida en casa para recibir a mis suegros, fue un fiasco total y mi suegro, para que no me sintiese mal, empezó a contar lo mal que cocinaba su mujer cuando se casaron... En fin, ¡cosas!!!
¡Que tengas una maravillosa semana, Isabel!!
Un besito,
Marta ("Sweet & Home la Vida es Dulce")
¡¡¡Hola Marta!!! Y es que a veces, basta que quieras quedar bien en la cocina, para que todo sea un desastre. Ya te imagino el día de la cena con tus suegros, ja, ja, menos mal que parecen compasivos (aunque no sé si a tu suegra le hizo mucha gracia que su marido recordara sus desastres culinarios, ja, ja). Muchas gracias por tu visita y tus palabras, Besitos.
Eliminarme encantan los calamares pero jamas se me hubiera ocurrido rellenarlos con sobrasada y pensando lo bien tienen que estar deliciosos! tendre que probarlos, bicos
ResponderEliminar¡¡Gracias Viví!! Si te animas a hacerlos espero que te gusten como a mi. Sobre todo si te gusta el sabor a sobrasada no te defraudarán.
EliminarQue pinta tiene !!!! me gustaría degustarla…. saludos
ResponderEliminar¡¡Gracias Naroa!!
EliminarTienen una pinta espectacular, se ven delicioso y seguro que todo el trabajo que dan vale la pena!!! Qué ricos!!! Claro que sí, no sólo de dulces vive el hombre y un blog de cocina se ve mucho más completo si alterna dulce y salado, además lo bordas!!!
ResponderEliminar¡¡Gracias Mary Luz!! Ya me gustaría a mí bordarlo, ja, ja, pero ahí vamos, aprendiendo. De personas como tú también aprendo mucho, así que gracias de corazón.
EliminarIsabel !!!! Pero que maravilla nos has preparado !!!! Adoro los calamares y esa combinación con la sobrasada tiene que estar de vicio.
ResponderEliminarMenuda foto....maravilloso de verdad. Unos calamares rellenos, con un pedazo de tarta de fresas harían una cena perfecta!
Un besazo guapa y muchas gracias por tu cocina maravillosa!!!
¡¡¡Hola Titxen!!! Ja, ja, yo me quedo con la tarta de fresas (que soy de dulce 100%), pero me alegro que te guste mi salado, pues yo no las tengo siempre conmigo. ¡¡Gracias, gracias!!
EliminarNunca se me hubiese ocurrido, Es original, tiene una pinta fantástica y seguro que muy sabrosa. Felicidades.
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias José María!! Si te gusta la sobrasada, te encantará la combinación. Gracias por pasar por aquí y por comentar.
EliminarTotalmente diferente a lo que de normal hubiésemos usado, me parece una idea de lujo
ResponderEliminarBesos
Youtube: Monica-Saboreando las estrellas
Blog: Saboreando las estrellas
¡¡¡Hola Mónica!!! ya veo que os ha sorprendido a todos la combinación, aunque para mí no es tan novedosa. Y está muy sabroso. ¡¡Gracias Mónica!! Besitos.
EliminarDoy fé de que están muy buenos por que tu hermana los preparó el otro día ^^
ResponderEliminar¡¡Hola Cecilia!! Ja, ja, muchas gracias. Mi hermana me comentó que la salsa no le llegó a gustar del todo porque le sabía mucho a vino. La próxima vez que los haga, que ponga la mitad de vino y la otra mitad de agua y notará la diferencia. Besitos.
EliminarBueno, los paladeares poco acostumbrados a vino requerimos menos ración, yo también le dije que seguro que se podía variar un poco la receta si no te gusta mucho el vino, pero los calamares estaban riquísimos y el relleno todo un acierto, a ver si convenzo a mi madre para que lo incorpore a sus recetas, mis hermanos me lo agradecerán seguro !!
ResponderEliminar¡¡¡Muchas gracias Cecilia!!! Me alegro que te haya gustado, y supongo que tu madre dirá que sí, pues son fáciles de hacer. Gracias por visitarme y por tus comentarios.
EliminarBuenísima pinta y buenísima idea... te la copio para este finde... graciassssss
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