Traigo algo inusual en mí, un guiso, pues no es lo que suelo cocinar para el blog. Aunque, he cocinado la coliflor entera, en realidad, luego se desmenuzan las flores una vez estén tiernas y se presenta con el caldo, el jamón y se come con cuchara. No pensé que fuera tan contundente, pero a mí me sació bastante y me calentó el estómago, que era lo que en aquél momento más necesitaba, pues lo hice un día que hacía mucho frío y me encontraba con amigdalitis y no quería nada más que algo bien caliente. Recuerdo que estaba sola ese día y me sobró para el día siguiente y reposado aún sabía mejor.