Panna Cotta de Vainilla y Frambuesa

Última receta de la temporada y como no podía ser de otra forma, fácil, fresca y sin horno. Una Panna Cotta de Vainilla y Frambuesa que os va a resultar de lo más refrescante y muy rica. Bueno, a mí es que me gustan mucho la panna cotta, los flanes, natillas, y todo lo que tenga así una textura suave y que se coma con cuchara. Y si es en formato individual, aún me gustan más.  Yo le he puesto a la parte de las frambuesas, 50 gr extra de azúcar, tal vez os sirva la mitad, mejor probarla una vez hecha con menos cantidad de azúcar y si os parece poco dulce, añadirle azúcar glas hasta que veías que esté a vuestro gusto. 

Con lo que me gustan las frambuesas, y lo malas que estaban éstas que compré para hacer la panna cotta. Las suelo comprar casi siempre en el Lild, están siempre bien de precio y están muy buenas, pero iba con prisas y las compré en Mercadona, y ya sólo el color que tenían, me hicieron sospechar que no iban a estar dulzonas, y justo, estaban muy ácidas. No soy muy fan de Mercadona, aunque tampoco de Lild, aunque de este último, me gustan muchas de las cosas que venden que no son precisamente de comida, pero bueno, hay cosas que son de comer y sí me gustan. Me gustaban las cositas que tenían para repostería, pero últimamente, no tienen prácticamente nada,  Y de Mercadona, también hay cosas que me gustan, como las toallitas desmaquillantes, que siempre las compro allí, o los cereales integrales de esos que llevan algunos bañados en chocolate. Y bueno, alguna cosilla más. Pero, si no te gusta un producto de  su marca, no busques otra marca, que es imposible encontarla. Y hay marcas de precio similar a Mercadona, que son mucho mejor que las de Hacendado, Deliplus o Bosque Verde. Pero bueno, es cuestión de gustos y de que tengas a mano estos supermercados o no. Yo tengo que ir adrede, y no siempre me apetece ir. 

Y bueno, después de todo este pequeño rollo que os he metido de comercios donde la mayoría solemos ir a comprar, ya sea a por unas cosas o a por otras, ya me toca despedirme y cerrar mi cocina virtual. El calor ya hace que no apetezca nada, y menos ponerte delante de un ordenador. Como siempre, me despido hasta octubre, cuando ya haya refrescado y sepa un poco cual va a ser mi situación laboral. Hasta entonces, me quedaré sólo por Instagram. Que paséis buen verano y espero veros a todos a la vuelta. 

INGREDIENTES: 4 personas  DIFICULTAD: Fácil  PREPARACIÓN: 20 min  COCCIÓN: 5 minutos REPOSO: 6 horas

-3 hojas de gelatina

-400 ml de nata líquida

-125 gr de azúcar

-1 cuchara de extracto de vainilla líquida

-200 gr de frambuesas

-merengues para decorar (opcional)

1. Pon las tres hojas de gelatina en agua para hidratarlas. 

2. Pon a calentar más o menos la mitad de la nata líquida con 75 gr de azúcar. No hace falta que hierva, pero sí que esté bien caliente. 

3. Escurre la gelatina y pon en la nata caliente. Con unas varillas, mezcla bien para integrar la gelatina. 

4. Añade el resto de nata hasta completar los 400 ml de nata líquida. Remueve bien. 

5. Separa la crema en dos partes iguales. Reserva una parte y a la otra parte incorpora una cucharada de extracto de vainilla y remueve. Vierte la mezcla de vainilla en unos vasitos pequeños hasta la mitad y deja enfriar en la nevera una hora y media o en el congelador una hora si quieres acelerar el proceso. 

6. Mientras, prepara la parte que llevará la frambuesa. Pon en el vaso de la batidora unos 50 gr de azúcar y las frambuesas. Mis frambuesas estaban muy fuertes, quizás, no necesites tanta cantidad, puedes probar la mezcla para saber si es necesaria más o menos azúcar. Tritura bien con la batidora. 

7. Una vez trituraras las frambuesas, incorpora la mitad de nata con la gelatina que teníamos reservada. Remueve bien y pasa todo por un colador para que quede una crema más fina y sin pepitas. Reserva la crema de frambuesa fuera de la nevera (de esta manera no se cuajará) hasta que esté más o menos cuajada la parte de vainilla. 

8. Saca de la nevera el vasito con la panna cotta de vainilla que teníamos enfriando en la nevera o en el congelador y completa con la otra mitad de frambuesa. Reserva en la nevera hasta que cuaje. Mejor hacer el postre de un día para otro para que cuaje bien. 

9. A la hora de servir, decorar con frambuesas, una hojita de menta y si se desea con unos merengues.