PASTEL SALADO A LOS TRES QUESOS CON CHUTNEY DE CIRUELAS

La receta que os traigo hoy es muy fácil y por eso la he acompañado de un estupendo chutney casero de ciruelas, ideal para acompañar este pastel salado de quesos. Si no os apetece hacer el chutney casero, no pasa nada, lo podéis acompañar con una mermelada de frutos rojos, de tomate o similar, el contraste dulce-salado es riquísimo, así que con chutney o sin él, os animo a que probéis este pastel, eso sí, os tiene que gustar los quesos, pues predomina por encima de todo. 

Nosotros tenemos un ciruelo, así que aproveché que estaba en pleno rendimiento, para hacer un chutney, hice el justo para acompañarlo con este pastel, así que tampoco os llevará mucho tiempo elaborarlo. No es una receta para hacer semanalmente, pero sí para disfrutarla un día que tengáis invitados o simplemente queráis disfrutarla porque sí. 

Hoy también voy a seguir con un viaje gastronómico, pero esta vez no me he ido muy lejos, pues me he quedado directamente en mi región, y os voy a mostrar el Mercado Central de Valencia. Esta ciudad tiene varios mercados, pero este es uno de los más representativos y ya casi está más lleno de turistas que de valencianos, pero lo cierto es que el producto es de calidad y podéis encontrar productos regionales, españoles e internacionales. Así que si visitáis la ciudad, tenéis que hacer parada en su Mercado, además, su estructura es muy bonita y tiene unas bonitas vidrieras en su interior.

Y en lo que me voy a centrar es en sus productos regionales, pues como os he dicho, tiene de todo un poco, pero quiero resaltar los productos autóctonos, para que os traigáis un estupendo souvenir, de calidad, sin duda. Y cómo no, no podía faltar el arroz, el mejor del mundo, qué voy a decir yo, ja, ja. Y si no tenéis tiempo de cocinar, hasta viene ya para poder prepararlo en casa en nada de tiempo.

Otro producto muy típico es la chufa, tanto el fruto como en bebida, como la horchata y ya elaborada en licores y crema de horchata.

Estos chocolates típicos valencianos me encantan, esos bolos aterrados de chocolate, sirven tanto para utilizarlos para hacer chocolate, para comerlos con pan y chocolate, como toda la vida, o a palo seco como yo. Ahora, además, los hacen de distintos sabores, como los que veis en las fotos, con sabor a canela, de café, naranja....Y otra opción es la tableta de chocolate artesana.

Los quesos valencianos son todo un descubrimiento, innovadores, de excelente calidad y riquísimos.

Hasta en el mercado podéis encontrar aceite de oliva del lugar donde vivo, Ribera del Magro, de San Antonio de Requena. Chardonnay y cava valenciano, también de Requena.
Tampoco puede faltar el famoso tomate valenciano, muy grande, con jugosa pulpa y es el típico que utilizamos aquí para acompañar las ensaladas.
Y el Paloduz (paliduz para mí) esta raíz del regaliz que de pequeña no me gustaba absolutamente nada, y es que donde vivía de pequeña había muchísimo y mis amigos siempre escavaban para encontrarlo y no entendía cómo podía gustarles aquél palo amargo. No lo he vuelto a probar desde entonces, pero lo cierto, es que las chuches de regaliz me encantan, las negras, negras, pero para mí el sabor de estas raíces saben bastante distintas, ¡¡y no están dulces, ja, ja!!

Y no podían faltar dulces, entre ellos el Pan Quemado, esos bollitos pequeños ligeramente quemados en la superficie (los de la foto no están mucho, lo sé). También son muy típicos estos merengues enormes, están en todas las panaderías y pastelerías, con un ligero sabor a almendra, por lo menos algunos de los que he probado. Y magdalenas, que aunque no tienen la forma típica de las valencianas, que son alargadas, si que es un dulce típico de aquí, pero bueno, esto si que es en toda España.

Y las anguilas, dan cosilla verlas vivas dentro de la vitrina, pero lo cierto es que con ella se elaboran platos muy típicos valencianos, como el All i Pebre. También muy típico consumirlo en navidad, debido a su precio alto, se consume como un producto especial para esas fechas.

Y ahora, voy con unas estupendas recomendaciones, una dentro del mercado y otra fuera. La de dentro del mercado es esta estupenda charcutería, la limpieza es patente en toda la "paraeta" (puesto), algo fundamental a la hora de comprar, por lo menos para mí. Los productos son de estupenda calidad, y si vais de turista y queréis poquita cantidad, os venden pequeñitas porciones envasadas (nosotros nos dimos el capricho con lonchitas de jamón ibérico). Os lo aseguro, los mejores, Lázaro Fernández, os dejo el enlace, por si queréis visitar su página web y ver por vosotros mismos su estupendo género.

Otra recomendación, esta vez fuera del mercado pero justo en frente de una de sus puertas, podéis encontrar este lugar, El trocito de en medio, un restaurante al que podéis llevar el marisco, la carne o el pescado que compréis para que os lo cocinen. El cocinado es estupendo, os lo aseguro, le tienen muy bien cogido el punto de cocción al género, de todas formas, le podéis pedir el punto de cocción que deseéis, una manera de consumir el producto in situ aún siendo turistas. Lo compráis en el mercado, habláis con los del Trocito de en medio y ello os lo cocinan y a la hora que queráis lo tenéis listo, ellos os cobrarán el cocinado y las bebidas y lo que consumáis en el local. Merece la pena y os aseguráis que el producto es más que fresco. Os dejo las opiniones de los usuarios de TripAdvisor.

Espero que os haya gustado este paseo por el Mercado Central de Valencia, imprescindible para vuestra visita a mi querida ciudad.

INGREDIENTES: 4-6 personas  DIFICULTAD: Fácil  PREPARACIÓN: 20 min  COCCIÓN 40 min

Para el Chutney de Ciruela:

-250 gr de ciruelas rojas

-4 cucharadas de azúcar

-2 cucharadas de vinagre

-1/2 cucharadita de jengibre molido

-1/2 limón

-4 bayas de enebro

-sal y pimienta

Para el pastel:

-2 huevos

-200 gr de queso Maasdam

-200 gr de queso tierno

-75 gr de queso azul

-3 cucharadas de pan rallado

-una pizca de nuez moscada

-sal y pimienta

-50 gr de mantequilla

-6 hojas de masa filo

1. En primer lugar vamos a preparar el chutney: para ello vamos a lavar y partir por la mitad las ciruelas, no hará falta que le quitemos la piel, le dará un color muy bonito a nuestro chutney. Ponemos en una olla las ciruelas, el medio limón, el azúcar, el vinagre, la media cucharadita de jengibre molido, las bayas de enebro y sal y pimienta al gusto. Llevamos a ebullición y dejamos cocer durante 10 minutos removiendo de vez en cuando.

2. Pasados los 10 minutos de cocción, retiramos con una espátula las ciruelas (podemos dejar el medio limón). Y dejamos cocer un poco más el jugo resultante hasta que espese. 

3. Una vez haya espesado el líquido, apagamos el fuego, añadimos las ciruelas, y lo vertemos en otro recipiente para que el chutney se vaya enfriando.

4. Y ahora, vamos con el pastel salado: ponemos a cocer los dos huevos durante 10 minutos, los refrescamos y los pelamos.

5. En un bol troceamos los tres tipos de queso, los huevos, la nuez moscada y le añadimos las tres cucharadas de pan rallado y  sal y pimienta al gusto. Lo mezclamos todo bien.

6. Precalentamos el horno a 210º C. Derretimos la mantequilla en el microondas y la removemos para que quede bien líquida. Sacamos tres hojas de masa filo y la pincelamos una a una de mantequilla por una de las caras. Ponemos las tres juntas, una encima de la otra.

7. Engrasamos una tartera redonda de unos 22 cm de diámetro y ponemos las tres hojas de masa filo encima. Vertemos toda la mezcla de quesos, huevo y pan rallado.

8. Doblamos la masa filo hacia el centro de la tarta. Pincelamos las otras tres hojas de masa filo con mantequilla y la ponemos encima de la tartera, cubriendo la tarta, pero metiendo dentro de la tartera para que queden los bordes cerrados. Con un cuchillo afilado, marcar rayas horizontales y verticales. Hornear durante 25-30 minutos con calor arriba y abajo a 210º C o hasta que la masa brick quede dorada y crujiente.  Acompañar con el chutney ya frío pero la tarta caliente.

NOTA: podéis utilizar el queso que tengáis en casa, los que más os gusten, pero procurar que uno de ellos no sea tan fundente como el requesón o un queso poco graso como en este caso he utilizado uno tierno fresco.
Si no tenéis enebro podéis utilizar semillas de pimienta, por ejemplo. Mis bayas de enebro, son de esos preparados que vende Mercadona o el Lidl para Gin tonic.