HELADO DE PETITS SUISSES

Y aquí está la receta que quería haberos traído la semana pasada, y es que, ¡¡es tan fácil!!  Ni envases para polos vais a necesitar, pues hasta os doy la idea de dónde sacarlos, y además, son de usar y tirar.

Como los petits suisses son muy cremosos, el polo también os va a quedar cremosito, estoy convencida que os va a gustar. Podéis utilizar otra marca y otros sabores. En principio compré unos de chocolate, pero no llegaron al experimento, no sé cómo, pero tontín, tonteando, terminaron en  mi estómago y tuve que comprar otros, ja, ja.

Y bueno, también os dije que os iba a traer fotos de mi viaje, pero fotos gastronómicas, así que empiezo por Hungría, concretamente Budapest. Para situaros un poco, he elegido, una foto representativa, y he elegido el parlamento, precioso de día y espectacular de noche. Esta foto, la hice desde una barco en un paseo por el Danubio.

Hungría recién empieza a abrir sus costumbres al turismo, y las tiendas, sorprendentemente cierran sobre las cuatro y media de la tarde, las cinco a lo mucho. No creo que tarden en adaptarse a los horarios de los turistas, pues da igual de qué país sean, que estando de vacaciones, se aproximan más a los de España, y ya es común ver cenar a los turistas a las diez de la noche. Pero en Budapest, eso todavía no pasa.

Estas fotos corresponden al Mercado Central de Budapest, donde venden, no sólo productos alimenticios, sino, también, artesanía y otros productos. Por desgracia, nosotros llegamos a las cinco menos diez, y ya estaban cerrando algunos puestos, así que no lo pude apreciar todo lo que quería.

El mercado es una construcción de finales, finales, del siglo XIX y se nota, sobre todo en las bonitas balaustradas de sus escaleras de forja.

El producto estrella de Budapest, es la paprika, y se puede encontrar prácticamente en todos los sitios, así como los pimientos desecados, que adornan comercios de todo tipo.

Otro de sus productos estrellas, es un paté de oca muy conocido allí y el Palinka, un licor de alta graduación, que probé y para mi estaba horrible, ja, ja.

Y aquí os dejo una de las pastelerías más conocidas de Budapest, Ruszwurm, donde la propia Sisi encargaba sus pasteles y tartas. Muy famosa su tarta Dobos.

Es muy pequeñita, y tan sólo tiene estos dos expositores. Las empleadas van vestidas con una especie de traje típico, y también es cafetería.

Nosotros nos sentamos en el interior, en una salita antigua muy cuca, para descansar y tomar algo. Los precios no están mal para ser un sitio tan turístico, y merece la pena ir a verlo a pesar de lo chiquito que es.
Bueno, y hasta aquí, Budapest. La semana que viene: Viena.

INGREDIENTES: 6 helados  DIFICULTAD: Muy fácil  PREPARACIÓN: 10 min  TIEMPO REPOSO: 4 horas

-6 petits suisses

-2 ó 3 cucharadas de mermelada de frambuesa

-un puñado de frambuesas (frescas o congeladas)

1. Verter el contenido de los petits suisses en un bol y añadir las cucharadas de mermelada. Mezclar. 

2. Añadir las frambuesas ligeramente troceadas (si son congeladas añadirlas sin descongelar). Reservar alguna para decorar. Mezclar. 

3. Lavar y secar los envases de los petits suisses y verter en él los yogures con las frambuesas. Decorar con unos trozos de frambuesa. Pinchar con un palo para  polos y guardar en el congelador hasta que se congelen, aprox. 4 horas. Para desmoldar, mojar el envase de petit suisse con un poco de agua caliente, empujar el helado hacia arriba y saldrán con facilidad.